¿Donde están que no se ven?

No me referiré al estribillo que utilizan algunos fanáticos futboleros cuando quieren aludir a hinchas de otro equipo con el que guardan diferencias, insinuare a personas que han desaparecido del ambiente político, así como a las ofertas incumplidas luego de 7 meses de un nuevo gobierno.

Se suponía que el dialogo promovido por el Presidente Moreno, tenía y tiene como propósito el restablecer en el país un ambiente de tranquilidad que busque un reencuentro entre ecuatorianos luego de una década de desintegración, insultos y confrontaciones; al margen de escrutar las medidas económicas que permitan salir de la crisis de la mesa servida. Las cosas se han dado parcialmente.

Las mesas de dialogo con los Sectores de la Producción no dieron los efectos esperados. La Ley de Reactivación Económica propuesta por Moreno, modificada bestialmente por la Asamblea y vetada posteriormente, resultó un fiasco y una tomadura de pelo. ¿Dónde están que no se ve el 80% de las propuestas que se dijo se acogieron de los sectores privados?

Las declaraciones del extranjero Mangas casi terminan opacando el juicio contra Glas. La renuncia y el argumento de que fueron sacados de contexto, disminuyo la presión sobre el gobierno, pero la credibilidad de Moreno quedo un tanto averiada. ¿Pero dónde están, que no se ven, los citados a investigar y los Asambleístas que deberían llamarlo a comparecencia?

Conforme se va revelando la corrupción de la “década ganada”, algunas piezas importantes del contubernio montado en el correato van desapareciendo. ¿Dónde están que no se ven las Asambleístas verdes que vociferaban y defendían a capa y espada al dictador? ¿Que se han hecho los ministros y ministras que estuvieron en las carteras de Electricidad, Obras Públicas, Salud, Educación, etc., y otras y otros que ejecutaron obras faraónicas- millonarias, inservibles e inconclusas?

El rechazo a Correa a su retorno al país; la división en las filas de los verdes; la disputa por la Dirigencia y el reconocimiento por el CNE a la de Moreno; la sentencia a Glas y la posible implicación en otros delitos; los informes que con indicios de responsabilidad hacia varios funcionarios del ex gobierno correista que han hecho enmudecer y desaparecer a muchos y muchas. ¿Dónde están que no se los ve?

Lo grave, es que se nota, que, si bien se respira tranquilidad con el cambio de gobierno y la diferente forma de presidir, los ecuatorianos durante la década del dictador perdieron el espíritu de lucha, de reclamar y sancionar moralmente y con cárcel a los rufianes, dando paso a una imperturbabilidad preocupante.