Barbarie: “Actitud de la persona o grupo que actúa fuera de las normas de cultura, en especial de carácter ético y son salvajes, crueles o faltos de compasión hacia la vida o la dignidad de los demás”. Definición del diccionario.
“La civilización no suprimió la barbarie, la perfeccionó e hizo más cruel y bárbara”. Voltaire
He querido partir de la definición del diccionario para que compartiendo el mismo criterio, analicemos y reflexionemos con profundidad, indignación e impotencia, cómo a nivel mundial y nacional se cometen en el siglo de los grandes avances tecnológicos, las más grandes atrocidades, especialmente contra los niños del mundo, no solo asesinándolos o esclavizándolos y explotándolos, sino que lo peor es, matando sus almas, sacrificando su inocencia con violaciones y abusos sexuales.
Pero lo más grave es cuando observamos que los bárbaros actores de las violaciones y otras atrocidades como la esclavitud, la explotación en trabajos forzados, en minas y cultivos de productos que requieren las industrias de los “civilizados” países del primer mundo y otros, muy pocos son sancionados; los jueces políticos y otros cómplices los protegen y encubren, así como a las industrias y a todas las redes de la telaraña de la barbarie más horrorosa y cruel de la humanidad.
Dicen y pregonan que los niños son el futuro de la humanidad y que este futuro, en varios países del mundo y como ejemplo en Europa, está en peligro por la baja natalidad, se contradicen en la forma de educarlos, confundiéndolos con una enseñanza falta de ética y principios, pretendiendo que en su temprana edad escojan género contrario al que la naturaleza de su nacimiento les dio.
A esto le llaman modernidad, libertad y más y al que se oponga retrógrado. Es en realidad barbarie, es deformarlos y confundirlos en su infancia para utilizarlos en sus macabros objetivos.
Destruyendo y manipulando a los niños, protegiéndolos con acciones publicitarias y no con hechos reales, estamos destruyendo a la humanidad. La hipocresía, la corrupción, el sexo, las drogas, la codicia, la complicidad a nivel local y mundial nos obliga a elevar nuestra más airada protesta y a exigir en todas las instancias y lugares del planeta, que se proteja a los niños y que las barbaries y crímenes contra ellos jamás prescriban y se sancionen a nivel mundial con normas y leyes universales a todos los involucrados.
Concluyo recordando a todos como humanidad que pagaremos las consecuencias de nuestras acciones, una parte por su accionar bárbaro y otra por su omisión de acción y por su silencio.
Con el pensamiento de Malala Yousafzai dejo que usted haga su propia reflexión:
“Parte de la naturaleza humana es que no aprende la importancia de nada hasta que se nos arrebata algo de nuestras manos…”, que no nos arrebaten nuestros niños.
Excelente escrito Joseph. Felicitaciones. «Alguien tenía que decirlo». Saludos, Ab. SCC.