Finalmente, el presidente de la República envió a la Asamblea la terna de candidatos a la Vicepresidencia, de entre los cuales fue designada María Alejandra Vicuña Muñoz.
JG no solo se quedó sin funciones, sino también sin cargo. Debe estar claro que lo importante en el caso relacionado a JG, no era definir cómo se iba o quién debía sacarlo; en este asunto lo transcendental es determinar las responsabilidades que tuvo en todos los casos de corrupción denunciados.
No es posible que en los diez años en que se feriaron las arcas fiscales en obras gigantescas, solo hayan pecado con Odebrecht. Revisen todas las obras efectuadas durante el desgobierno de la década pasada y con certeza brincará la liebre. Por supuesto que JG no estuvo solo y los ecuatorianos necesitamos conocer toda la cadena de bribones que acolitó tanta jugarreta. No olvidemos que comprometer de manera irresponsable los ingresos futuros del país, como lo hicieron con las preventas de petróleo, también es corrupción. Este petardo aún no revienta, pero cuando lo haga algunos saldrán embarrados hasta la coronilla. Lo primordial es entregarle al país todos los casos de corrupción y sus responsables, para con pruebas suficientes, ponerlos tras las rejas. Para esto se necesita que a las funciones Ejecutiva, Legislativa y Judicial no les tiemble la mano y que los rabos de paja sean puestos a un lado para que no pretendan esconder la basura debajo de la alfombra.
La sabiduría popular ya anticipa hasta dónde llegará la responsabilidad en los casos de corrupción, lo extraño es que, ni por casualidad, involucran frontalmente a quienes deberían. Quizás están esperando los resultados de la consulta popular para que, en el caso de que los favorezca, sentirse respaldados para enfilar contra todas las capas corruptas que se estructuraron durante los últimos diez años de la era verde flex.
Es nuestro deber promulgar una sociedad donde la honestidad sea uno de los valores más comunes y la corrupción sorprenda y horrorice, pues como dijo William Shakespeare: “Ningún legado es tan rico como la honestidad”