24 noviembre, 2024

Desastres naturales: El planeta habla

Cuando una catástrofe sobreviene a la vida, lo primero que se pone en duda es la existencia de Dios… ¿lo segundo?… rezarle de nuevo.

El término desastre natural hace referencia a las enormes pérdidas materiales y vidas humanas ocasionadas por eventos o fenómenos naturales, como terremotos, inundaciones, tsunamis, deslizamientos de tierra y otros (Wikipedia).

Entre otros no mencionados, están los volcanes, las intensas nevadas, el frio o el calor, las sequias. Menciono estos últimos por ser noticia en los últimos días.

Aquí tenemos la primera pregunta: ¿Estos desastres se producen por alteraciones y/o detonantes de la propia naturaleza y sus leyes, o por actividades del ser humano que con sus excesos afecta los procesos y leyes naturales alterando los equilibrios del planeta?

Según los boletines de la sala de prensa de la FAO con su pregunta: ¿Qué produce más emisiones de gases causantes del efecto invernadero, criar vacas o conducir automóviles? La respuesta puede suponer una sorpresa para muchos, según un reciente informe de la organización, el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero -el 18%, medidos en su equivalente en dióxido de carbono (CO2)- que el sector de transporte, también es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos (FAO).

El informe detalla otros y graves parámetros de afectación en los próximos años. ¿Cuáles serían las reflexiones y el permanente conflicto entre los que afirman que el cambio climático ocasionado por los actos del hombre es un cuento y la de sus opositores?

Seleccioné este parámetro porque las afectaciones al planeta no las ocasionamos solo con la explotación petrolera, minera, las industrias, los plásticos y la larga lista de los actos humanos, las causamos además por nuestro crecimiento poblacional que demanda alimentos, como los cárnicos, lácteos y para obtenerlos destruimos bosques, selvas, derrochamos y contaminamos el agua, aire y más.

No hace falta tomar partido entre los que opinan lo opuesto. La respuesta es sencilla, el planeta habla y con sus leyes y procesos más temprano que tarde tratará de mantener los equilibrios y esto significa grandes afectaciones a sus principales agresores: nosotros los seres humanos.

Estamos entrando en la era del “homo deus” como lo dice el título del magnífico libro del escritor israelita Yuval Noah Harari.

Estamos controlando la genética y manejando el genoma del hombre y los seres vivos, cambiando y creando lo que queremos.

Trabajamos con experimentos para controlar y manipular el clima.

Con nuestros experimentos y desarrollos creamos procesos y medicamentos para la salud y/o contra ella, contra la vida, la natalidad, las armas biológicas y, para resumir y concluir con la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías y robots, nos proclamamos hombres dioses.

No todos viviremos lo suficiente para saber a dónde llegaremos y si en esa búsqueda tendremos éxito o desapareceremos como especie en un caos global, guerras y holocausto nuclear, porque no veo valores y principios éticos que en estos avances respeten la vida, no solo de los humanos sino de todos los seres vivos y nuestro planeta.

La codicia, la corrupción, la soberbia, la avaricia, la prepotencia, la ambición, entre otros comportamientos negativos pesan mucho y las consecuencias pueden ser nefastas.

El hombre se olvida de Dios y se cree Dios y yo francamente no confío en los hombres endiosados.

Concluyo con estas frases famosas para su reflexión:

“El hombre es una catástrofe para el resto de seres vivos”. Miguel Delibes

“Hoy, el apocalipsis ha dejado de ser una referencia bíblica para convertirse en una posibilidad muy real. Nunca antes en el acontecer humano se nos había colocado tan al límite, entre la catástrofe y la supervivencia”. Javier Pérez de Cuellar

Las desgracias, al igual que la fortuna, solo llegan cuando las hemos buscado con nuestros actos”. Confucio

“Poner el dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe.” Jose Luis Sampedro

“Vivamos de acuerdo a la naturaleza, no contra ella”. Anónimo

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