¿(a la inversa no funciona)?
Valgan los antecedentes descritos, en mi carta anterior -para indicarles que en materia de acoso sexual, los norteamericanos, -su justicia penal- ha exagerado demasiado, en cuanto a los elementos que podrían conjugar este delito, o los elementos de convicción que podrian considerar, para fallar a favor de la denunciante.
Una mirada insinuante o un guiño de ojos, podría ser considerado acoso, la solución para los americanos y residentes en USA, seria usar gafas o anteojos oscuros, la “víctima” no los podrá acusar.
Recuerdo en mi época juvenil, que en los Colegios Norteamericanos a los que asistí a clases -en épocas de intercambio estudiantil- las chicas, en los corredores, tenían la costumbre de sacar, al ver a su amigo o conocido- un poquito la lengua, (la puntita).
Yo no sabia, recien llagado a clases, tal significado facial; me informaron que con ese pequeño gesto, con los labios y la lengua,- muy disimulado, por cierto, significaba que la chica te queria besar o al menos que la invitaras a salir.
Hoy, esta agradable costumbre de unos 55 años atras o más, quizás ya no existe, y de todavía practicarse, podría ser considerada acoso sexual. Tendrán que utilizar antifaces, para que no las identifiquen.
Cuando bailan, las americanitas colegiales, se apegan bastante, (con música lenta). Tendrían, los jóvenes, que usar trajes como los de los bomberos cuando buscan bombas explosivas o rastrean minas, dejadas por el enemigo, en el campo de batalla.
Uno de los hijos de uno de los Kennedy -no recuerdo de cual de ellos- se fue, en el periodo de vacaciones universitarias a unas playas solitarias con una amiga. Al regreso, la “amiguita”, lo demandó por abuso sexual ante los Tribunales.
Siendo un Kennedy, la indemnización podría haber sido jugosa. El juez falló a favor del joven Kennedy.
El ex Presidente Clinton, fue absuelto de la denuncia que le formuló en su contra, una amiga de la “Levinsky”. Clinton, en ese entonces era Presidente de los EEUU. La dama del cuento, era Pasante en la Oficina Oval, del Presidente Clinton, en la “Casa Blanca” norteamericana.
Para ello, para no darse a notar, la pasante, se escondía debajo del escritorio del Presidente Clinton, para actuar, y él -según versión de él mismo, a la justicia norteamericana-, solo le metia un cigarro en la boca.
Con esa declaración juramentada ante la Corte Suprema de Justicia Norteamericana,, la Corte y la justicia norteamericana lo absolvieron.
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Hay casos y casos, hay jurisprudencia a favor o en contra de la víctima o del victimario.
El acoso, o la “violación” no planificada, ni realizada con violencia, con participación voluntaria de la víctima, puede ser castigado con una pena de prisión e indemnizatoria a favor de la víctima, pero puede no ser considerada como tal, (Acoso o violación), por el Juez que conoce la causa.
Conozco de otro caso en el pasado, en mi ejercicio profesional: Un grupo de jóvenes, se fueron a Playas, en época de temporada a divertirse; allí encontraron un grupo de chicas que andaban en el mismo patín, lamentablemente, para los chicos, el vehículo que manejaban, estaba identificado con el nombre de una empresa.
Se estacionaron en un lugar solitario y empezó la diversión, con música de la época y los clásicos alcohóles.
Terminada la diversión, los chicos se subieron al vehículo en el que andaban y las dejaron botadas. Las chicas, llegaron a la Caseta Policial de Playas y los denunciaron por “violación”. El Parte policial fue llevado a la Intendencia de Policía del Guayas, para que se inicie el “Auto Cabeza de Proceso”. (ya no existe, desde hace unos 40 años, por lo menos, este procedimiento penal previo). Despacho al que era citado el denunciado.
Asistí como Abogado, del susodicho “violador”. Ella, acudió con su padre, sujeto, -que, para suerte del joven citado-, al Funcionario Intendente, le comento, -muy “molesto”-: “después de esta Audiencia, iré a los diarios a denunciar el hecho, para que se haga público”.
El Funcionario en referencia, le pidió al padre de la “supuesta víctima” que esperara fuera de su Despacho y así lo hizo. En la audiencia, el funcionario, Intendente de Policía, (ya fallecido), le pidió a la jovencita, que le narrara su versión de los “hechos”.
Ésta le dijo, “después del baile y los traguitos, me desvistió y me introdujo, “la puntita nomas”. Toda esta “declaración”, estuvo acompañada de gestos y movimientos corporales, que no eran propios de una joven “virgen”, como alegaba.
El Intendente,(+), se molesto y le pidió a la chica que saliera de su despacho. Llamo al padre y le dijo, “si vas a los periódicos, con tu denuncia, a ti te meto preso”, y se fueron.
La chica del cuento, vivía con su abuelita, en una casita en el Suburbio de Guayaquil, que la creía inocente.
Un amigo de mi cliente, se encargó de convencer a la viejita, “que la chica, por haber andado tanto en bicicleta, perdió la virginidad” y le dejó, “unos cuantos billetitos a la viejita, para que se compre una bicicleta nueva” a su “nietecita”, según me lo refirió.
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“Colorin, Colorado, este cuento se ha acabado”.
Cuidado jóvenes de ahora, donde existe mayor libertad sexual, en ciertos niveles sociales (bajos y medios bajos, medios, medios altos y altos). Pueden ser materia de un chantaje, o pueden ser acusados de ser “papa”, (quien sabe de quien).
Son realidades sociales, pero no generalizo.
