Grave ofensa inferida a la ciudad de Guayaquil por un personero del Ministerio de Cultura -lo que es relevante, cuando en el presente gobierno, siguen elementos impreparados del pasado hegemónico.
Ofensas como esta es y han sido siempre lanzadas, fruto del complejo de superio-inferioridad que tienen “los de arriba”.
Bien por el Alcalde de Guayaquil -Jaime Nebot- al salir por los fueros de nuestra ciudad; su protesta es valiosa, como el jerarca Municipal, que nos representa y, sobre todo, como el guardián de sus intereses e integridad. ¡Gracias Alcalde Nebot!
Claro que, en la Capital, por haber sido asiento de la monarquía colonial, hay gente que hoy sigue pensando que el Reino de Quito, es el único sitio donde se desarrolla la cultura. Época pasada desde hace algunos siglos.
Ahora solo tienen que mirar a sus alrededores y luego a ciudades más allá de sus linderos para saber qué es otra la vida cultural del Ecuador.
Y tratándose de Guayaquil, centro cosmopolita, no solo como puerto, sino ya en el contexto mundial, en el que sus habitantes han coadyuvado para hacerla relevante en algunas facetas, desde las culturales: literarias y artísticas, a las científicas ancestrales. Justo, en las que, a despecho -de la referida persona- sí se involucran los guayaquileños. Sabiendo que la pre-historia ecuatoriana-alcanzó su sitial en el mundo desde que guayaquileños como Francisco Huerta Rendón, Emilio Estrada Ycaza, Carlos Cevallos Menéndez, Julio Estrada Ycaza, José Gómez Iturralde, Jenny Estrada, Rosa Lalama, Katya Murrieta y tantos otros, le dieron y le dan el raigambre a esta parte del país con la existencia cultural de miles de años, expuestos en libros y museos que han sido y son señeros, como centros de estudios, visitados desde por estudiantes para su conocimiento, al hombre adulto que va y viene por sus salas.
Y qué decir de los salones de conferencias y exposiciones de los Museos :Arqueológicos, el histórico en miniatura, tan activos como el de la Música “Julio Jaramillo”, que hay que pedir turno para realizar actos y exposiciones; más el CINEMALECON con proyecciones de los grandes del arte y música del mundo. Esto para nombrar los de régimen municipal guayaquileño, sin dejar de anotar, la Feria del Libro, de gran raigambre nacional que se inició en la década pasada y luego fue reabierto con cánones renovados y de gran proyección internacional, por la Dirección de Turismo, también municipal; que mueve miles de personas desde niños a adultos en ese Centro de Convenciones de tanto accionar cosmopolita. Sin dejar de contar salas y escenarios universitarios y politécnicos, más orquestas sinfónicas, filarmónicas en concierto en las grandes salas, iglesias, parques y explanadas públicas llenas de gente. ¿Y las instituciones particulares? Como el Teatro Centro de Arte de la Fundación Sociedad Femenina de Cultura, que no solo es de espectáculos, sino que cumple su acción cultural formativa con las escuelas de arte; el “Sánchez Aguilar” y ahora, como en todo el mundo, las salas pequeñas como “La Bota” en el Malecón del Salado, sin dejar de contar las de grupos culturales independientes que se llenan de participantes.
Todo esto y más, unido a la acción de las instituciones culturales gubernamentales nacionales como “El archivo histórico” con talleres activos, los recintos del MACC -hoy en reparación- con su museo arqueológico y galerías de pintura. -Otros Museos activos como el Nahim Isaías” y el Presley Norton” Sin dejar de referirme a la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas de excepcional actividad desde su fundación; donde algunas veces en cada piso hay al mismo tiempo actos con llenos completos: desde la sala infantil y auditorios de conferencias y exposiciones.
Recintos culturales estos, que funcionan a gran esfuerzo de los guayaquileños que luchan por su subsistencia, contra los atentados gubernamentales para eliminarlos con leyes a eximirlos de recursos económicos o llevarse sus elementos a la capital…
No obstante, nos plació leer (domingo 4 de febrero diario El Universo) la declaración del Ministro de Cultura -Raúl Pérez Torres- con todo un programa de mantenimiento e incremento económico para los elementos culturales de esta ciudad, bajo su competencia, que nos llena de optimismo, al decir –Queremos tener una mirada fija en Guayaquil, desde aquí es donde se desprenden muchísimas cosas en relación con la cultura.
¡Señor Ministro!
En Guayaquil y en cada lugar de la Patria debe tenerse fija la mirada, para desarrollar la cultura ecuatoriana, como derecho de los pueblos libres.
NO ES QUE LOS QUE VIVEN GUAYAQUIL SE INVOLUCREN EN LOS ACTOS CULTURALES. LO QUE PASA, ES QUE ESAS «FIESTECITAS» SON PUEBLERINAS, PROPIAS DEL SUBURBIO.
LA CIUDAD DE GUAYAQUIL, NO TIENE UN VERDADERO DESARROLLO URBANO. EL MUNICIPIO SE REFIERE A «REGENERACION URBANA», CUANDO LO PRIMERO QUE HAY QUE HACER, ES REGENERAR AL MUNICIPIO. PRIMERO, QUE GUAYAQUIL TENGA UN VERDADERO ALCADE CAPAZ DE SOLUCIONAR LOS PROBLEMAS, QUE EL MISMO LOS HA PERMITIDO, TALES COMO LAS INVASIONES SUBURBANAS, OCUPANDO LOS MEJORES LUGARES NATURALES DE LA CIUDAD. SE HA DEDICADO A HACER PUENTECITOS RIDICULOS EN EL ESTERO SALADO, SIN HACER UNA PLANIFICACION QUE INVOLUCRE TANTA AREAS NATURALES QUE TIENE LA CUDAD. DE AHI NACE EL PROBLEMA DE CONTROL POLICIAL. UNA CIUDAD SUCIA Y SUS CALLES MAL PLANIFICADAS, QUE CREAN PROBLEMAS DE TRAFICO Y DELINCUENCIA. UNA SOLA PALABRA BASTA, «DESORDEN». UNA CIUDAD DESORDENADA, NO ATRAE A NADIE, NI A TURISTAS. QUE PENA! LA POBLACION AUMENTA Y LOS PROBLEMAS SE MULTIPLICAN Y NO HAY SOLUCIONES
QUERIA PONER UNA «CABEZA» DE UN EX. EN UNA AREA HISTORICA DE LA CIUDAD, QUE ADEFECIO.. GOBIERNAN COMO SI FUERAN DUENOS DE UNA HACIENDA. GRACIAS A DIOS QUE NO SE LO PERMITIERON. PARA LOS QUE NO SABEN DE URBANISMO, ES COMO PONER EL WC EN LA SALA.