La corrupción en sí, en cualquiera de las formas que se presente, habla del bajo nivel de dignidad y respeto de quien la ejecute. Pero la corrupción que usa o se vale de la política para delinquir, debe ser sancionada como crimen de lesa humanidad. ¿Por qué esta valoración que, aparentemente suena muy fuerte, o desmedida de acuerdo al evento? Ni fuerte ni desmedida. ¿Acaso cuando la política, mediando los cargos públicos o funciones del Estado, tiene como objetivo el atraco al erario nacional, no causa el deterioro social de un país y malversa los destinos de bienestar de sus pueblos? ¿O hay otra manera de entender esto de manipular sus gestiones para enriquecimiento ilícito, beneficiarse con el tráfico de influencias, y bloquear la justicia con la impunidad?
En Ecuador, hoy, asistimos al crimen organizado, encubierto por el accionar político. Según pintan los propios hechos, quienes insisten en llamarse representantes del pueblo, no pasan de ser simples delincuentes asociados para delinquir. ¿Cómo es posible que sea destituido de su cargo el presidente de la Asamblea, después de amarres y repartos, y siga impasible como legislador, en vez de haber sido expulsado y con la decisión de enjuiciarlo penalmente? Ni para guion idiota de la telenovela más imbécil… Todo apesta a corrupción!. No existe buena lupa para encontrar alguno que no huela a purulenta humedad de madriguera. ¿Y los “hermanos lindos”, •• compadres del cuánto me toca a mi y reparte esto con los tuyos•• , enquistados en la Contraloría y Fiscalía General intrigando con la Asamblea? Amenazas y chantajes sin miedo a castigo… ¡Tan seguros están, con la delincuencia institucionalizada, que se permiten burlarse del país y apostar por la impunidad de sus delitos!
¿Qué país es este en que, en un contexto de corrupción avasalladora, Baca Mancheno, Fiscal General del Estado será enjuiciado por la Asamblea, el ex Contralor Pólit está huido de la justicia y José Serrano, acaba de ser sacado de su cargo como presidente de la Asamblea? Amén de algunos asesinatos por dilucidar, en el gobierno anterior como crímenes de Estado. Solo un país que está entre los más corruptos de la región en Latinoamérica, de la mano con Haití, Nicaragua, Guatemala y Bolivia… Y no por gusto. Pues ha sido saqueado en más de 300.000 millones de dólares por sus autoridades de gobierno, empeñado su petróleo a China hasta 2024, a precio de “gallina con peste” por barril, y con una deuda externa de más de 30.000 millones de dólares, solo para llenar los bolsillos de los nuevos ricos… ¿Muchos presos, entonces, por delincuencia política? Apenas el ex vicepresidente Glas, que inverna en una suite carcelaria, con más comodidad que en casa…
Pero, importa, más allá del evento delictivo que implica lo expresado, las consecuencias sociales que bloquean la esperanza del bienestar social de los ecuatorianos. Es que, ahora, Ecuador tiene que sufrir el aumento de la pobreza, la ausencia de la atención de la higiene y salud públicas, la adulteración de los alimentos y a precios cada vez mayores, la disminución poblacional de la escolaridad, la burocracia clientelar in crescendo… Las comunidades indígenas violentadas en la destrucción de sus tierras y envenenamiento de sus aguas… y, en su mayoría, al margen del vivir nacional. Claro sin indicadores que expresen alguna pista de crecimiento económico o de desarrollo tecnológico… Este querencia desapareció, para algunos años, con la década robada. Más del 60% de la fuerza de trabajo está en la informalidad al margen de la seguridad social, y erca de 300.000 menores en trabajos con más del 50% en condiciones de riesgo físico y sicológico…
La corrupción, por lo tanto, al incentivar la miseria, que promociona la victimización mortal masiva de los menos protegidos configura, en sí, un crimen de lesa humanidad. O sea, un crimen que tal cual expresa el derecho internacional, de manera ejemplar, y con el máximo rigor, debe ser castigado en cualquier momento. Pues, el crimen de lesa humanidad es un crimen que jamás prescribe!
Así es, usted lo está definiendo correctamente: «La corrupción, por lo tanto, al incentivar la miseria, que promociona la victimización mortal masiva de los menos protegidos configura, en sí, un crimen de lesa humanidad.» Estoy absolutamente convencido que la única forma de erradicar esta corrupción que ha llegado a su más alto nivel, es aplicando la estrategia que se usó en Singapur. Llegaron a introducir la droga por toneladas para aplastar más en la miseria a la gente más vulnerable, eso por si solo ya es crimen de lesa humanidad.
GRACIAS SR. ARTEAGA CALDERÓN. UD. HA EXPRESADO ALGO QUE YO HE VISTO EN LA COMUNA DONDE VIVO POR MÁS DE 4 AÑOS. NIÑOS TRABAJANDO EN EL EXPENDIO DE ALCOHOL, ADOLESCENTES TRANSPORTANDO DE GRAMO EN GRAMO LA DROGA ENVIADA POR SUS PADRES, LA CARENCIA DE UNA BUENA EDUCACIÓN, LA POCA O NINGUNA ESPERANZA DE SEGUIR LA UNIVERSIDAD Y LA AUSENCIA DE PROYECTOS MICROEMPRESARIALES. AVISORO PARA LA PRÓXIMA DÉCADA ADULTOS POBRES EN MORAL Y MATERIAL. LA VIOLENCIA SERÁ EL INDICADOR QUE SE DISPARARÁ EN EL PERÍODO 2024-2028. ME TEMO QUE LOS CAUSANTES DE ESA SITUACIÓN SERÁN LOS MATADORES DE SUEÑOS DE LA DÉCADA CORREISTA.