No soy adicto a ningún uniforme militar. Creo, incluso, que las Fuerzas Armadas nacionales deben cambiar de rumbo en el proyecto tradicional de defensa de la soberanía. Pero que den muerte a militares en la frontera norte, porque sí, es algo que clama castigo, por tales asesinatos, a la consciencia nacional. ¿No es que, además, la ciudadanía necesita cada día más protección en el proceso de su desarrollo social comunitario? Y es que la ausencia de este objetivo tiene en abandono tanto a lo que nos queda de amazonía como, específicamente, las zonas hoy en conflictos pero desde siempre en problemas, marginadas por los gobiernos. Las noticias hablan de muertos, heridos, maltratados y, en resumen, de compatriotas en exilio, que dejan atrás, marcados por el duelo, sus viviendas, sus tierras y su futuro…
¿Por qué esta situación tan tenebrosa? Para algunos funcionarios ganapanes del gobierno la justificación es fácil. ¿Quiénes más que las fuerzas irregulares colombianas que no aceptan el tratado de paz impuesto por el presidente Santos? Pero en este tablero de ajedrez hay más de las 32 fichas en movimiento que juegan en las 64 casillas…Claro que la presión de unos cuantos desbocados, en nombre de una guerrilla sin destino, tiene su efecto depredador. ¿Qué tanto cuenta, sin embargo, el abandono continuo de un pueblo en las manos del narco tráfico, la explotación desmedida de la minería artesanal, la trata de menores, el negocio de órganos humanos, el comercio ilegal de la prostitución, el contrabando de armas, la venta fraudulenta del petróleo nacional? Y, además, sin una debida atención de la salud y la educación de sus pobladores…
Si por un lado los alzados en armas quieren manejar nuevos adeptos y nuevos espacios, fortaleciéndose en la frontera ecuatoriana, el esfuerzo del gobierno actual no es eficaz para obstaculizar semejante proyecto. Desde inicios del 2018 hasta hoy fines de marzo han sido identificados más de 6 atentados contra civiles, retenes policiales y comandos de las fuerzas navales. Para la Secretaría de Gestión de Riesgos, con sede en Ibarra, más de 100 familias han huido y otras tantas siguen este camino… Todo por temor a represalias y al riesgo que condiciona, desde hace tanto tiempo, la vida en la frontera. ¿Es que estos son los resultados de El Plan Operativo Binacional 2017 acordado entre Ecuador y Colombia, para el cumplimiento de los objetivos estratégicos del Eje de Seguridad y Defensa de ambos países? ¿O fueron, únicamente, remozados papeles firmados, sin mayor valor, para el archivo de la historia de la desgracia de nuestra diplomacia internacional?
¿Y es que este Plan, de “tanto beneficio para Ecuador”, también lo integran, quizás, la compra correista de la chatarra de los helicópteros Dhruv, hoy destruidos, los radares chinos inservibles y la posible compra morenista de armamento chatarra en Dakar? Los muertos (militares y civiles), los heridos y maltratados, los que huyen por miedo a ser asesinados de Mataje, Borbón, San Lorenzo, y de toda la zona fronteriza norte, claman por justicia y protección al gobierno de Moreno y a la Asamblea Nacional…