¿Un plan de arbitrariedades con ternura?

¿Cómo es posible que un mandatario pretenda, buscando simpatías,  convertir  una letanía de arbitrariedades en un Plan económico gubernamental? Más aún, de “estabilización fiscal y reactivación productiva”. Suena a un mundo concreto por hacer  y no es más que un relato malo de ciencia ficción…Lo que Moreno, en calidad de presidente de Ecuador, presenta a la nación no pasa de ser una serie de generalidades planteadas al margen de toda seriedad. Sin consistencia económica ni consistencia política.  Sin responsabilidad. Expectativas. Especulación. Baratillo de promesas…

En torno a sus 4 ejes de “estabilidad y equilibrio fiscal, reestructuración del Estado, equilibrio del sector externo  y reactivación productiva”, al parecer, tal cual está planteado,  no van a girar, con tanta facilidad, sus 14 medidas de solución socio económica. ¿No es que, incluso, estos mismos ejes sufren en su aceptación de referentes, ausencia de fundamentación como realidad?

¿Dónde encontrar la certeza de que estos “Vamos a…reducir el déficit fiscal, vamos a…reducir el tamaño del Estado, vamos a… exportar más y a traer inversiones, vamos a…fortalecer el sector privado”, resultan la clave de la realización del crecimiento y desarrollo del país? ¿Acaso estas esperanzas de fe, de buena voluntad, pueden convertir al sector industrial en gran fuente de recepción de una población informal que pasa ya los 3 millones, algo así como un 50% de la gente que trabaja? ¿Qué es lo que “vamos a exportar más” si seguimos con los cultivos tradicionales sin planificación ni créditos apropiados, una migración masiva de la mano de obra campesina a la ciudad y una gestión de elevada  incompetencia en los mercados internacionales?

Este seudo plan económico señala miles de millones de dólares, por aquí y por allá,  a lograr en beneficio de las finanzas nacionales, “evitando gastos, sabiendo recaudar, mejorando las inversiones…”. Pero, los indicadores económicos que traduzcan estas palabras en concreciones  brillan por su ausencia. ¿Cómo, por ejemplo, y bajo qué causales, lograría el gobierno, “mejorar la productividad”, siendo, tal cual lo reconoce, “uno de los elementos estructurales que debemos superar”? Sin olvidar, claro está, su contexto básico de   las condiciones laborales de la informalidad, y la incapacidad de la industria nacional de absorber tal población.

Y así dan vuelta estos 14 puntos… ¡Carrusel de feria en rededor de sus 4 ejes, sin congruencia entre ellos…! ¿Cómo será la falta de concreción lógica, de estas ofertas de campaña a destiempo, que la Ministra Viteri ha tenido que salir al ruedo, y dar la cara por el presidente Moreno? Mejor dicho, ha tenido que salir a “explicar” lo inexplicable: ••Donde en el Plan dice Diego no es que dice Diego, sino que dice digo, y donde dice digo allí es que dice Diego… •• Así quién no entiende Ministra… Ahora ya estamos de acuerdo!  Con tan rimbombante nombre, de “estabilización fiscal y reactivación productiva”, este Plan no es más que una lista  de ofertas de campaña a destiempo… O, algo así, como amparo político a mediano y largo plazo, para concluir, sin mayores apuros, el período presidencial… A qué hacerse ilusiones… Graves arbitrariedades, pero con ternura!