22 noviembre, 2024

Richard Martínez

Rafael Correa nombró a María E. Viteri como su ministra con el mismo criterio bajo el cual todos aquellos que no eran parte de su entorno podían acceder al gabinete. Debían ser leales, incompetentes y no cuestionar sus designios. Los que se asimilaron a sus mandatos acabaron rotando por múltiples cargos. Lenín Moreno no fue la excepción. La limitada Viteri dejó en evidencia el poco juicio del actual mandatario, autoproclamado nuevo líder del SSXXI.

El nombramiento de Richard Martínez es un acierto en un océano de malas decisiones, pero el éxito del flamante ministro no depende exclusivamente de él, sino más bien de corolarios ideológicos y personales ajustados al verdadero peso de actores dentro del Gobierno y a la última voluntad política del mandatario. Los discursos de Vicuña, Espinosa y Alvarado no solamente impactan negativamente el riesgo país del Ecuador, no sintonizan con la aparente reconversión de Moreno. El pragmatismo de las figuras del mercado no pueden por sí solos y en el corto plazo revocar las penurias acumuladas y de largo recorrido del socialismo.

Un efectivo programa económico requerirá que Moreno asuma su costo político y que la sociedad acepte los resultados de un nivel de disciplina fiscal nunca antes impuesto en el país. Cualquier divergencia de esa realidad sería simplemente demagógico, desencadenaría una espiral de turbulencia política y acercaría las medidas de choque a Carondelet. No hay salida sin sacrificios. ¡Dios guíe a Martínez y que la física cuántica ilumine también a Moreno!

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El megalómano

La megalomanía es una enfermedad psiquiátrica que se caracteriza porque el individuo que la padece tiene la convicción de que todo lo que dice, piensa o hace es grandioso.

Es sufrida por individuos vanidosos con un sobre valorado ego que tienen un marcado complejo de superioridad.

El megalómano siente desprecio por los demás; los ve como seres inferiores.

Es tan grande su egolatría, que se refieren sarcásticamente contra todo ser que no sea él mismo.

En su interior es un medroso que agrede como mecanismo de defensa.

¿Hasta Cuando Catilina?

Frecuentemente se dice que la historia se repite, Engels miraba el París de mediados de siglo XIX como se mira el cielo en la inminencia de la tormenta venidera: cargada de señales, lleno incluso de aquellos presagios que en el relato bíblico marcan el nuevo tiempo de la muerte del Redentor. En el siglo XX, Mayo del 68 fue el crisol en el que se fundieron todos los síntomas del malestar que arrastraba la sociedad francesa.

En nuestro tropical Ecuador, la inestabilidad política ha sido la regla; las grandes manifestaciones previas a la caída de Abdalá Bucaram tuvieron un sabor a Mayo del 68, luego, a los albores del nuevo siglo, el movimiento indígena-militar de enero del 2000 que precipitó la caída de Jamíl Mahuad, fue el desenlace de la descomposición moral de los políticos que en contubernio con los banqueros corruptos le hicieron el atraco más traumático de la historia al pueblo ecuatoriano.

1 comentario

  1. MUY ACERTADO SU ARTÍCULO. ESTOY PREOCUPADA POR EL FLAMANTE MINISTRO. ES UN JOVEN TALENTOSO PERO MUY POCO PUEDE HACER SI EL PRESIDENTE NO TOMA LA DECISIÓN DE DISMINUIR EL GASTO BUROCRÁTICO. LA REDUCCIÓN DE UN ESTADO OBESO ES IMPORTANTE Y POR SUPUESTO SE ACUSARÁ AL MINISTRO DE QUE SE DEBE A LOS EMPRESARIOS. PIENSO QUE ES UNA PERSONA NOBLE PORQUE SE ESTÁ JUGANDO SU PAZ Y SU BUEN NOMBRE, ME REFIERO A MARTÍNEZ. SI EL PRESIDENTE QUIERE HACER HISTORIA DEBE RESPALDAR LA PROPUESTA DEL MINISTRO. DEBE CONVENCERSE QUE LOS ECUATORIANOS , AL MENOS LA GRAN MAYORÍA REQUIERE SALIR DE ESTE GRAN HUECO EN LA QUE NOS DEJÓ EL DESPILFARRO DE LA DÉCADA PERDIDA.

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