Rafael Correa nombró a María E. Viteri como su ministra con el mismo criterio bajo el cual todos aquellos que no eran parte de su entorno podían acceder al gabinete. Debían ser leales, incompetentes y no cuestionar sus designios. Los que se asimilaron a sus mandatos acabaron rotando por múltiples cargos. Lenín Moreno no fue la excepción. La limitada Viteri dejó en evidencia el poco juicio del actual mandatario, autoproclamado nuevo líder del SSXXI.
El nombramiento de Richard Martínez es un acierto en un océano de malas decisiones, pero el éxito del flamante ministro no depende exclusivamente de él, sino más bien de corolarios ideológicos y personales ajustados al verdadero peso de actores dentro del Gobierno y a la última voluntad política del mandatario. Los discursos de Vicuña, Espinosa y Alvarado no solamente impactan negativamente el riesgo país del Ecuador, no sintonizan con la aparente reconversión de Moreno. El pragmatismo de las figuras del mercado no pueden por sí solos y en el corto plazo revocar las penurias acumuladas y de largo recorrido del socialismo.
Un efectivo programa económico requerirá que Moreno asuma su costo político y que la sociedad acepte los resultados de un nivel de disciplina fiscal nunca antes impuesto en el país. Cualquier divergencia de esa realidad sería simplemente demagógico, desencadenaría una espiral de turbulencia política y acercaría las medidas de choque a Carondelet. No hay salida sin sacrificios. ¡Dios guíe a Martínez y que la física cuántica ilumine también a Moreno!
MUY ACERTADO SU ARTÍCULO. ESTOY PREOCUPADA POR EL FLAMANTE MINISTRO. ES UN JOVEN TALENTOSO PERO MUY POCO PUEDE HACER SI EL PRESIDENTE NO TOMA LA DECISIÓN DE DISMINUIR EL GASTO BUROCRÁTICO. LA REDUCCIÓN DE UN ESTADO OBESO ES IMPORTANTE Y POR SUPUESTO SE ACUSARÁ AL MINISTRO DE QUE SE DEBE A LOS EMPRESARIOS. PIENSO QUE ES UNA PERSONA NOBLE PORQUE SE ESTÁ JUGANDO SU PAZ Y SU BUEN NOMBRE, ME REFIERO A MARTÍNEZ. SI EL PRESIDENTE QUIERE HACER HISTORIA DEBE RESPALDAR LA PROPUESTA DEL MINISTRO. DEBE CONVENCERSE QUE LOS ECUATORIANOS , AL MENOS LA GRAN MAYORÍA REQUIERE SALIR DE ESTE GRAN HUECO EN LA QUE NOS DEJÓ EL DESPILFARRO DE LA DÉCADA PERDIDA.