21 noviembre, 2024

Después del gusto viene el disgusto

Pese a mis críticas, a la ubicación y financiación del puente que conecta Guayaquil con la Puntilla, -jamás me opuse a la obra en sí- recibí un invitación de los alcaldes de Guayaquil (Jaime Nebot Saadi) y de Samborondón,(José Yúnez), para su inauguración, pero, pese a haber sido puntual, (4 pm), ya no alcance silla y me las aguante de pie, y me converti en foto-reportero. Tales tomas ya las eleve al Facebook, dias atras.

Fue la inaguración todo un evento, muy bien organizado y relativamente corto, pese a los varios discursos. Los aplausos fueron más fuertes para el Alcalde de Samborondón, como era de esperarse, hubo una buena movilización de la población de Samborondón con banderas amarillo y verde, empleados públicos e ingenieros y obreros de las empresas que intervinieron en la construcción.

Bendiciones, del arzobispo de Guayaquil, y palabras de los representantes de las 2 constructoras. La mesa directiva la integraron el Presidente de la Corte Constitucional, el Dr. Alfredo Ruiz, con quien salude a la distancia, pues fuimos compañeros de aulas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Guayaquil, el señor Contralor Subrogante, un delegado de algún ministerio, los dos representantes de las empresas constructoras, los dos Alcaldes ya referidos, y el señor Arzobispo de Guayaquil.

También fue, una tarde de conceptos y réplicas. Réplicas a la Sra. ex Ministra de Obras Públicas, del Gobierno del Ec. Rafael Correa. Ella se opuso, -dijo el Ab. Nebot- que hiciéramos los puentes, alegando que no teníamos competencia ni presupuesto. Aquí está el puente terminado. El Gobierno del ex Presidente Correa, prometió la construcción de 3 puentes -refirió el Alcalde Nebot- no hizo ninguno, solo nos remitió unos planos de uno de ellos, que no sirvieron para lo planeado por la Alcaldía de Guayaquil, al tiempo que se comprometió, a construir, el puente al sur de la ciudad, que une Eloy Alfaro-Durán, con Guayaquil, que permitirá que el transporte pesado pase directamente a la Autoridad Portuaria de Guayaquil.

Volviendo al tema de esta carta, el Alcalde Nebot, De inmediato ensayo un concepto de puente: “Puente es una calle sobre un río”, y la Municipalidad legalmente si puede hacer calles y regenerarlas.

Veamos qué nos dice el DRAE: Puente: “Construcción de piedra, ladrillo, madera, hierro, u hormigón, que se construye o forma sobre los ríos”. Que nos dice el mismo DRAE, sobre qué se entiende por “Puente levadizo”: “el que en los antiguos castillos se construía sobre un pozo o canal y podía levantarse por medio de poleas, cuerdas o cadenas para impedir la entrada a la fortaleza”, que en materia de ingeniería moderna toma el nombre de “viaducto elevado”, sea peatonal o vehicular. El alcalde Nebot, tuvo razón al definir así lo que es un puente y por supuesto, tiene facultades legales para construirlos.

La construcción de este nuevo tramo del puente en referencia, está causando serios problemas a la circulación vehicular -puente elevado que ya empezó a construirse, y que concluirá posiblemente en Julio, o en Agosto o en Octubre. Cada día que pase, el tráfico se volverá más pesado.

Habrá que tener una paciencia como la de JOB, para soportar este entuerto, para después, disfrutar del beneficio.

Hemos sido los mayores reconocedores de la bondad de la regeneración urbana de Guayaquil, pero el costo ha sido y es tremendo.

Para el comercio, en especial, en el centro de Guayaquil, que durante su ejecución, vieron disminuir sus ventas en un 40-50%. En La Atarazana, pequeños comerciantes, quebraron y/o cerraron sus pequeños negocios, por efecto del polvo, ruido e imposibilidad de sus clientes para llegar a los mismos.

Por supuesto, quedarán preciosas las veredas, pero, “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. No se lo perdonarán al Alcalde Nebot, sino, cuando recuperen sus ventas, como supuestamente mejorarán, al término del área regenerada.

Que hay excesos, los hay, por ejemplo en la Av. Pedro Menendez Gilbert, se regenera la acera, de una zona de ciudadelas cerradas -no hay negocios- y por donde la gente no circula. Me parece una exageración.

La Kennedy Vieja, también clama por la regeneración de la ciudadela, que según voceros de la municipalidad, tienen problemas con el alcantarillado y el agua potable, pero se les aseguró que para julio -ojala- estaría concluida.

En los Sauces, la pavimentación es impresionante, y tengo entendido que en el suburbio de Guayaquil y por todos lados por donde se circule es igual. Sin embargo, se requiere reconstruir grandes áreas de la ciudad que lo requieren y hasta lo exigen sus ciudadanos. Siquiera se requerirán unos 10 años más, para ver transformada la ciudad, orgullo de los ecuatorianos.

Queda una tarea pendiente, los famosos cables elevados, electricos y telefonicos -muchos de estos innecesarios- los llamados “tallarines” que seguirán colgados y afeando la ciudad, “per secula seculorum”.

Bien por la regeneración urbana de Guayaquil y de Samborondón, mal por los problemas económicos y sociales que necesariamente causa a su paso a los ciudadanos, comerciantes y pequeños comerciantes y ciudadelas, cuyas viviendas están ubicadas por donde pasa el tren de la regeneración urbana.

En justicia, los dos Municipios deben compensar a aquellos establecimientos, que sufrieron pérdidas económicas que así lo soliciten, una vez comprobada contable y pericialmente hablando, la diferencia entre la reducción de ingresos y la recuperación de ellos, al término del ejercicio económico con la exoneración total de los impuestos municipales. No queda otra. Los GAD, tienen facultades tributarias, para hacerlo.

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