Ahora que asistimos diariamente, (unos asombrados, otros indignados, otros asustados por haber sido cómplices y encubridores de dichos crímenes, otros optando por huir del país, voluntariamente o por obligación, otros entristecidos al ver que se cumplen al pie de la letra todas las denuncias y protestas realizadas desde el inicio de la “Década Perdida”, otros la mayoría diría yo; incrédulos de que como Sociedad no hayamos sido capaces de terminar lo más rápido posible con tanto abuso, permitiendo que éste avance impunemente durante una década) al destape de la caja de Pandora, (en la mitología griega, Pandora fue la primera mujer creada por Hefesto por orden de Zeus. La caja de Pandora es un mítico recipiente, que contenía todos los males del mundo) y de una u otra manera nos sentimos identificados con todos esos ecuatorianos, que han sufrido explotación, abusos, vejámenes, desapariciones, muerte, persecución, atropello a sus derechos y demás satrapías llevadas a cabo durante la última década en Ecuador.
Es que hemos sido perjudicados todos los ecuatorianos, incluídos los que formaban la obsecuente “pandilla”; pues por estudios, por trabajo, por simple amistad, unos fueron mis pupilos, otros fueron mis maestros en el campo laboral o académico, llegué a conocer a algunos de esos pandilleros y puedo decir que antes de ingresar a la pandilla tenían un espacio en la sociedad ecuatoriana, que lo habían ganado con mucho esfuerzo.
Debo indicar que algunos de ellos, fieles a sí mismo y a sus conciencias, apenas empezaron a percibir todas las irregularidades; inmediatamente, como diría otro Politiquillo “se bajaron de la camioneta”, pero en cambio la mayoría aparcó su conciencia y entraron gustosos a formar parte del festín, manteniéndose hasta el final con la esperanza de promesas tales como “Hemos creado una Constitución que como mínimo durará 300 años”, “Hemos venido a quedarnos”, “La Patria avanza” “Venimos por más” y otras perlas cultivadas salidas del cerebro del cabecilla y los pandilleros expertos en marketing. Aún está fresca en mi memoria la expresión de una pandillera al llegar a dar órdenes a la institución en la que por aquella época yo trabajaba…”Aquí se hace lo que les ordenamos… Recuerden que ahora nosotros somos gobierno, hemos venido a quedarnos por mucho tiempo”….Totalmente desfasada la pandillera, con expresiones y ademanes impropios de un empleado público que percibe un sueldo gracias a los impuestos que pagamos al Estado los mandantes.
¿Por qué uso el término “Pandilla”?….
Revisemos que dice la RAE y el diccionario virtual Wikipedia al respecto:
RAE: “Grupo de personas que se asocian con fines delictivos o embaucadores”.
WIKIPEDIA: “Una pandilla (de panda, reunión de personas, derivado del latín pandus, curvado) es un grupo de personas que sienten una relación cercana, o íntima e intensa entre ellos, por lo cual suelen tener una amistad o interacción cercana con ideales o filosofía común entre los miembros. Este hecho les lleva a realizar actividades en grupo, que puede ir desde salir de fiesta en grupo hasta cometer actos violentos o delictivos.
¿Cuáles son las acciones que ejecuta una pandilla al margen de la ley?….
Recurro una vez más a Wikipedia: Actividades delictivas de la pandilla: Narcotráfico, robo, secuestro, blanqueo o lavado de dinero mal habido, asesinato, proxenetismo, tráfico de armas, entre otros.
Esto es al margen de la ley… ¿Cómo será teniendo a la Justicia secuestrada, con Jueces, Fiscales, Amanuenses, Tribunales, Contralores, Superintendentes y demás operadores judiciales (por conveniencia, convicción o temor) a favor?… pues formaban parte de la misma pandilla. Llegando a la asombrosa y dolorosa conclusión que la mayor parte de las acciones ejecutadas por el movimiento político que gobierna el país desde el 2008, se enmarcan en el concepto de “pandilla”, de acuerdo a una de las acepciones dada por la RAE.
Los ecuatorianos, quizás nunca lleguemos a tener conocimiento exacto de la dimensión del daño ocasionado a la Nación, en todas las esferas de la sociedad, menos aún de llegarnos a recuperar en el corto mediano o largo plazo de la gran brecha fiscal, ni a recuperar toda la cantidad de recursos económicos perdidos producto de la corrupción en todos los frentes, como tampoco se recuperará las valiosas vidas perdidas, la de muchos adolescentes y jóvenes inmersos en la droga, la de muchos jubilados que las ofrendaron en pos de sus justos reclamos de dineros ahorrados a lo largo de su arduo y sostenido trabajo, que luego la “pandilla” los sacó del país hacia paraísos fiscales, de Profesores que ingenuamente confiando en la seguridad que debe brindar el Estado a sus ciudadanos, decidieron tomar parte de sus ingresos para formar un fondo común de ahorros para palear en algo la carestía de la vida en la vejez, vilmente fueron asaltados por la pandilla, tomando dichos recursos sin la menor vergüenza, al punto que actualmente están rematando los bienes del FCME, con valores irrisorios y sin perjuicio de inventario. En fin la lista de daños y perjuicios es larga.
Sería muy bueno para beneficio de nuestra sociedad, que todo el escabroso y negativo accionar del movimiento político que rige los destinos de Ecuador desde hace más de una década, escribiendo otra página negra en la vida política del país, quede lo suficientemente documentado, para información de las futuras generaciones; pues…
“Ay de aquel pueblo que olvida su historia, porque estará obligado a repetirla”…
Napoleón Bonaparte
No sólo eso es el daño hecho. Falta la parte más difícil de ver, de captar y de desarmar. La corrupción enraizada y oculta a la vista en general. Todos los trabajos efectuados por medio de la SERCOP están contaminados por coimas, sobreprecios, pésima calidad y los siguen disfrutando todos los cómplices que ganan el doble de lo que ganarían haciendo su trabajo honradamente y bien realizado, pero se acostumbraron a cobrar 4 y 5 veces más para dar coimas asegurándose el trabajo, las utilidades, las coimas y los repartos que siempre terminan en manos de los políticos que de alguna manera mañosa ensucian todo trabajo honesto y honrado. Ese es el mayor daño, puesto que ningún trabajo que vaya a parar a las manos de políticos indirectamente o peor directamente, está libre de contaminación y tampoco quienes lo realizan. Eso es matar la producción. Hablamos de producción honesta. Con esos procedimientos llevan a la quiebra fácilmente a quién no entra en su juego. Esa es una verdadera caja de pandora. Creo al 100% que no se salva nadie. Lo peor de todo es que de esto no se sabe casi nada. Y por eso sigue su camino de complicidad hasta que se pueda hacer algo por terminar con esa fuente de corrupción que hiede. Hay que sacar a luz esta historia para que no siga.