Los delincuentes que gobernaron la década pasada dejaron al país convertido en un verdadero campo minado.
Las minas que se plantaron con motivo del conflicto con el Perú pasaron a ser nimiedades ante los sitios donde estos malhechores las hincaron para hacer el daño a quienes los sucedieron en el manejo del país.
Las más peligrosas cargas explosivas quedaron activadas en la economía. Sabían que a Lenin le explotarían en la cara, pero para que no hubiera lugar a que se de algún error dejaron a sus “expertos”, quienes fungían de Ministros de Finanzas y Gerentes del Banco Central. El dictador sínicamente indico: “La mesa queda servida”.
En el ámbito legal, las promulgaciones de leyes desde una Asamblea con mayoría de acólitos del dictador crearon y reformaron la legislación, aparataje de corrupción que demandara tiempo para desmontar. La mina que colocaron fue darles carácter de Orgánicas.
Se montó un gobierno donde el autócrata podía hacer de las suyas. Para ello trocaron el Código Penal; autorizaron el tráfico y consumo de drogas; fomentaron el sicariato y el secuestro; se dio luz verde a la contratación corrupta de obras, enriqueciendo a sus seguidores que son los que ahora luchan a brazo partido en defensa del tirano.
La educación la liquidaron en todos los niveles. Hicieron creer con su publicidad que se estaban mejorando los estándares a nivel de docentes y construyendo colegios, escuelas, universidades, verdaderos elefantes blancos que son inservibles. Una de las pruebas el despilfarro en el Yanchay, aún no se sabe cuánto se robaron y no sirve para un carajo. Dejaron activada la carga y su gente para accionarla.
Despojaron al IESS de los recursos. Hicieron que afiliados y jubilados se vislumbren con dispensarios y hospitales que carecían de médicos y equipos. La cita para tramiento es imposible y la falta de medicinas no es una novedad. Dejaron plantada una mina que va a detonar cuando concluya la auditoria.
Incrementaron la burocracia con el fin de tener un voto cautivo utilizando el chantaje como la forma miserable de hacer proselitismo. Dejaron sembrada una mina para que explote en momento que el actual gobierno entre a reducir el exceso.
Pero con seguridad la más potente de las cargas explosivas esta empotrada en la corrupción de quienes formaron el gobierno anterior y aún siguen inexplicablemente siendo parte del actual. Es como dormir con el enemigo, pero parece que a Lenin no le importa y espera que quienes la desactive sea el Consejo de Participación Transitorio.
Guacho termino siendo un niño de pecho comparado con los salteadores de la década corrupta. El mentor del saqueo prófugo en Bélgica, el otro en la selva colombiana.
En Ecuador aún tenemos algunas minas que de no ser desactivadas rápidamente. pueden explotar.