Concluyó la gran fiesta del futbol a nivel mundial, con tristeza para unos y felicidad para otros, cada uno con la camiseta de su selección o su favorita y con el corazón saliendo por la boca en cada partido, con las emociones a flor de piel, traducido en grito, lágrimas, baile o rituales típicos de cada región del planeta.
Es que nos agrade o no esta disciplina deportiva se ha ganado por méritos propios el título “EL REY DE LOS DEPORTES”, pues atrae a todos, sin distingo de región, clase económica, idioma, color de piel, religión, etc.
En ésta ocasión quien se alzó con la preciada copa, fue Francia quien una vez más es un ejemplo para el mundo civilizado; pues, su selección es un crisol, que alberga a muchas nacionalidades, fundiéndolas en un solo cuerpo, con un mismo objetivo, luchar en conjunto por la consecución de un sueño.
Francia con un pensamiento vanguardista, da cabida e integra a su comunidad a todo ciudadano del mundo que busque un espacio en el mismo, para poder desarrollar todas sus potencialidades independientemente de su origen, color de piel, condición económica, incluso tendencia política.
Destaca esta actitud, puesta de manifiesto a través de la historia, pero que actualmente se hace imperativa, dadas las condiciones que enfrenta la humanidad al tener que verse obligada a desplazarse, por diversas razones; pero sobre todo, huyendo de gobiernos opresivos y corruptos, en busca de mejores condiciones de vida y sobre todo en busca de la tan ansiada libertad.
Francia vuelve a poner en ejercicio el pensamiento que debe primar en la humanidad actualmente…”Ser ciudadanos del mundo, con el deseo de encontrar un espacio en donde desarrollar todas las potencialidades naturalmente insertas en el código genético de cada individuo o adquiridas en el transcurso de su existencia terrenal”.
Salud!!… por Francia.
“LIBERTÉ, EGALITÉ, FRATERNITÉ”…