22 noviembre, 2024

Cuando la guerrilla deja de ser liberadora

Por demás es conocido que las luchas por  la independencia, al menos en Latinoamérica, en las primeras décadas del siglo XIX, solo tenían como objetivo la transferencia de manos del poder. Del manejo colonial extranjero  al manejo criollo nacional. ¿Resultados? Cambio de rutinas de gobierno y nuevos modos de vida en la relación social. Pero la estructura de la dependencia en el diseño de la tecnología capitalista ni siquiera, en mínimo, fue contaminada. ¿Último día del despotismo y primero de lo mismo?

Cada ratón quedó, de alguna forma, con su pedazo de queso. Insurgencia de países no conocidos. Pero también  autoridades y héroes que exigían entrar en la historia… Dos siglos más tarde la aberración social de la miseria, en todos sus aspectos,  sigue sin posibilidad de reversa. Pese, incluso, a la retórica de mil y un discursos, uno con más fuego que otro, de un abanico, muy amplio, de alternativas ideológicas. ••Yo ofrezco, tu ofreces, todos ofrecemos… Pero, ¿cuántos cumplimos?

¿Entonces? Tiempo de guerrillas… Hasta la ONU interviene con su ayuda para regularizar la vida política de los ex guerrilleros. Es parte del acuerdo para que, con armas o si armas, todos acepten la DEMOCRACIA ESTANDARIZADA por los países del primer mundo. Única forma, al parecer, de encontrar la solución para las “injusticias de explotación social, racismo, ausencia de trabajo digno”. Eslogan permanente de todas las marchas de trabajadores, obreros y empleados cada 1ro de mayo que, según los asalariados del campo y la ciudad, aun no se cumple… Pero si esta gestión puede interpretarse como lo final tal vez haya que responder a las razones de su inicio. “Nos alzamos en armas –han declarado más de una vez los representantes de la FARC (Colombia)- porque en nuestro país  están cerradas las vías de la lucha política legal, pacífica y democrática”.

Colombia, sin embargo, mucho antes de que la guerrilla haga  presencia hace más de 50 años, vivía ya en el círculo vicioso de la violencia. La “masacre de las bananeras”, en 1928 y la revuelta del Bogotazo por el asesinato de Gaitán, 20 años más tarde, es una muestra que habla sola. Bajo los colores de distintas banderas, la pretensión siempre fue: “terminar con la violencia social que despedazaba la acción de una verdadera democracia para el desarrollo”. Pero, de repente, la guerrilla, un día cualquiera, integrante ya de la violencia, se hizo su promotora… Y de esa vorágine, de sangre inocente,  no salió ni para tomar aire fresco.

Lo más grave  fue, eso sí, que en la búsqueda de armas o finanzas para obtenerlas, la guerrilla haga de su presencia un camino de protección para la droga… ¿En que quedaba, ahora, el “llamado a la rebeldía de los desposeídos del campo y la ciudad…, el sueño de un mundo mejor sin abismales diferencias económicas ni sociales”? ¿No es que, acaso, la droga, vaya donde vaya, no tenía a esos mismos desposeídos como puente o destino final de la drogadicción? ¿No es que acaso la droga, sirviéndose de las “mulas”, haría  de las escuelas y colegios fuente principal de la compra venta de los estupefacientes? ¿No es que acaso la droga destruiría no solo “un sueño de un mundo mejor” sino la vida real de cada usuario drogadicto? ¿No es que negociar con la droga, sea cualquiera su razón, es parte y muy incisiva de la explotación social, que la propia guerrilla busca liquidar como principal objetivo?

¿50 años de lucha con tomas de pueblos y declarados “libres” por   las armas, cientos de fusilamientos con juicios sumarios, proclamas ampulosas de corte “marxista” que nada tienen que ver con Marx, para terminar promoviendo a los carteles internacionales de la droga? En semejantes condiciones la guerrilla contradice, seriamente, sus objetivos políticos con la práctica  que socialmente promueve. O SEA, CUANDO LA GUERRILLA DEJA DE SER LIBERADORA…

 

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Fe ciega y Ojos bien abiertos

“Alguno dirá: “Tú tienes fe, y yo tengo obras. Enséñame tu fe sin obras, y yo, por las obras, te probaré mi fe”. – Carta del Apóstol Santiago. Cap. 2, v. 14-18.

Estoy convencido que el éxito del Ecuador es realmente posible. Estoy más que convencido que si ajustamos un poco la mira, apuntamos a objetivos concretos, cuantificables, no pasaría mucho tiempo para vernos alcanzándolos. Tengo fe en que el éxito es posible en el Ecuador. Varias naciones se han alzado hacia el triunfo que significa mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El éxito no lo vamos a conseguir porque alguien nos lo dé. Tampoco llegaremos a este porque un político o líder invente una estructura, institución o mecanismo a nivel de nación que nos libere de repente de la mediocridad, la baja autoestima generalizada, tantos actos de corrupción o incluso del alto índice delincuencial. No. La única manera de alcanzar el éxito como nación no es poniendo o sacando a determinada persona en el poder ni tampoco con algún mandato que este ordene. El único camino es la unidad, la integración, el trabajo en equipo y generar un torrente de ideas o capital intelectual, una idea que ya esta clara que debemos aplicar es las autonomías de regiones.

1 comentario

  1. EL DISCURSO «SOCIOLISTO» SIEMPRE SERÀ EFECTIVO, SOBRE TODO EN LOS PAÌSES CON UNA EDUCACIÒN DEFICIENTE, POR LO QUE LOS POLÌTICOS DEMAGOGOS LO UTILIZARÀN PARA CAPTAR VOTOS Y LLEGAR AL PODER.
    EL VOTO UNIVERSAL ES LA ENFERMEDAD GENÈTICA DE LA DEMOCRACIA.

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