Termina su “libro” el Dr. Jaime Ortega Trujillo, trayendo a colación, un relato “histórico”, expresado por unos jóvenes intelectuales, y relatado por el Dr. José Santiago Castillo Barredo, en sus clases de Historia Ecuatoriana, que lo transcribo, por ser coincidencialmente, el Dr. Santiago Castillo, mi profesor de “Introducción al Derecho”, en la Universidad Católica de Santiago, de la ciudad de Guayaquil; que dice asÍ:
“Para concluir, en una de las interesantísimas clases de Historia Ecuatoriana, que impartió el doctor José Santiago Castillo Barredo refirió un evento que se habría dado en un festejo entre intelectuales de una generación específica, en las veredas del Parque Centenario. En aquel, entre copa y copa uno de los concurrentes ofreció un brindis por cada uno de los próceres allí inmortalizados en maravillosas efigies, levantó su copa uno de los jóvenes festejantes, y aceptando compartir el brindis, dijo, que lo hacía efectivamente por aquellos héroes, que en realidad lo eran y estaban asi peremnizados, porque triunfó la revolución independentista que lideraban, porque de otra manera estaríamos recordándolos, decapitados, por traición a la corona, entiéndase el régimen entonces constituido.”
Finaliza su análisis el Dr. Jaime Ortega Trujillo, con el siguiente pensamiento que transcribo: “La historia al repasar estos acontecimiento, y el sentir y la inseguridad que provoca, en ocasiones, la decidida y el irrespeto a las normas, no puede justificarlos, allí donde no está o estuvo de por medio el derecho natural, me refiero al derecho a la vida a la libertad a la honra, en definitiva a una vida libre sin amenazas ni torturas, más allá de cualquier otra consideración materiales y subjetivas de un individuo”. ( pág. 40 último párrafo)
Fin de mi análisis, NO solicitado por su autor.