No puedo terminar de leer, comentar y compartir tantos casos de corrupción que aparecen en los medios de comunicación diariamente: secuestros, asesinatos, robos, sobreprecios, coimas, asociación ilícita, peculado, etc. Lo peor es que el progreso de la justicia es lento, vemos muy pocos de los implicados presos y prácticamente nada recuperado de lo robado, mientras los señalados con el dedo se hacen los inocentes y siguen muy campantes, mientras esperamos pacientemente que les caiga el peso de la ley correctamente administrada.
El argumento de los corruptos y sus defensores que olvidemos lo que han hecho en el gobierno pasado, diciéndonos que nos preocupemos de los problemas actuales, no tiene fundamento. La gestión pública no es simplemente que estén en el gobierno y luego olvidemos lo que hicieron. Eso es absurdo y cómodo para los corruptos. La gestión pública está sujeta al escrutinio de la Asamblea, la Contraloría, la Fiscalía y la ciudadanía. Ahora y siempre, ¡prohibido olvidar!
El Gobierno del presidente Lenin Moreno tiene la brillante oportunidad de enderezar al Ecuador y debe hacerlo saneando la podredumbre del gobierno de Rafael Correa. Pero, la falta de transparencia en la organización de la Reunión Empresarial de Inversión e Innovación en Tecnología Energética en la Universidad de Edimburgo dejó en mí una gran incógnita sobre su Gobierno.
El objetivo de esa reunión era fortalecer los nexos entre Ecuador y Escocia para promocionar al sector energético ecuatoriano y dar impulso a las asociaciones público-privadas para cubrir las necesidades de inversión en ese sector. Pero, ¿a qué se debió tanto secreto y hermetismo en la organización y promoción de esta reunión empresarial sobre la que no dieron información, ni invitaron a todos?
¿Política de apertura a puertas cerradas? ¿Diálogo? ¿Supervivencia del más débil – antítesis de la ley de Darwin, de supervivencia del más fuerte – cuando los mediocres se juntan para ocultar a los mejores? El problema con Ecuador es que muchos no odian a los corruptos, sino que los envidian.
¿Será que el secreto y el hermetismo en esta reunión empresarial sobre inversión tiene que ver con la anunciada concesión de empresas eléctricas y otras? ¿Dónde está la cirugía mayor a la corrupción? ¿No son las mismas prácticas de siempre que se están aplicando? Basado en mi experiencia, no veo mucha diferencia en el manejo del sector público de Ecuador desde 1980 hasta ahora. Y las mismas momias cocteleras en las embajadas antes y hoy.
He visto con lástima la cultura del acomodo. No es posible haber sufrido una década de atropellos gubernamentales sin la complicidad de una población acomodaticia y lista a atropellar o a callar ante el atropello. Por una década noté con pena cómo muchos comentaristas hablaban de la «honradez» del ex-dictador y cómo estaban prestos a atacar y/o acallar a quienes no nos sometíamos al engaño. ¿Son tontos o estaban ciegos? Estos son los «grandes sabidos», que siempre han sido esbirros del poder para sacar provecho de cada administración, alabándolos mientras duran en el poder y luego acomodándose con el nuevo, para seguir, al puro estilo del cuento del gallo pelón, con la farsa de gobiernos que sucesivamente nos hablan del cambio que no existe.
Algunos tímidos opositores con el poder de turno, que callaban cuando Correa estaba en el poder, ahora no paran de hacer eco de cada una de las estupideces que dice. Aduladores, por miedo o por conveniencia, ahora se han convertido en acérrimos opositores de quien ya no tiene poder.
Se debe cambiar muchas cosas en Ecuador y está claro que cambiar de presidente no es suficiente.
Ahora que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social – Transitorio ha cesado a los vocales del Consejo Nacional Electoral, no solo los consejeros deben ser reemplazados, sino que el Código de la Democracia debe ser reformado, de tal manera que este sea un código verdaderamente democrático que permita la participación de todos los ciudadanos y que no sea un instrumento para la imposición del capital sobre el ser humano. En otras palabras, hay que acabar con la tramposa y mañosa Ley de Partidos.
Felicitaciones por un excelente artículo.
Muchas gracias. Saludos.
Un buen tema, no basta con cambiar al presidente, hay que cambiar todo, pero con elecciones siempre vendrán los mismos dragones de siempre, ya hubo demasiada corrupción y sigue habiendo a vista y paciencia de los justicieros de turno, como es posible que este señor Espinel se lo encierra por malversación y apropiación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito, viene una fiscal o un juez y le da la libertad, cuanto recibiría esta Juez para luego recibir vacaciones con tres meses de inhabilitación, claro le dan tiempo para que vaya a festinar el dinero de la coima, que vergüenza de justicia la nuestra, y así en todas las esferas, miren nomas en la federación de futbol, con el cuento que es una Institución privada el delincuente Villacis firma un contrato por mas de un millón de dólares a la puerta de su salida, en esto no es que si es el bolillo u otro entrenador viene, el problema radica porqué se paga tanto a un entrenador, ni la Federación Argentina no paga esa barbaridad de dinero, ni Colombia ni Perú que tienen sendos entrenadores y que siguen procesos, por favor aquí es el dinero no la persona, en el gobierno es el dinero no las ratas que estén presas, debe devolverse el dinero robado que lo devuelvan, el pueblo tiene hambre y no se va a resolver bajando el subsidio a los combustibles, mejor traigan todo el dinero robado.
Muy de acuerdo con RAYMUNDO GARCÍA. ¿ CÓMO HACEMOS PARA QUE DEVUELVA EL DINERO ROBADO ESPINEL Y EL RESTO DE RATAS? ESO ES LO IMPORTANTE. HAY QUE ENCONTRAR LA FORMA DE HACER QUE DEVUELVAN HASTA EL ÚLTIMO DOLAR. DE NO SER ASÍ, TERMINAREMOS PAGANDO TODOS LO QUE ELLOS SE DEVORAN CADA VEZ QUE PUEDEN. LO PEOR ES QUE SEGUIMOS SOPORTANDO UN ENDEUDAMIENTO PARA QUE SIGAN ROBANDO LOS DE TURNO.