Empezaré por los venezolanos migrantes y las medidas tomadas por el Presidente Lenin Moreno, para evitar que gente “indeseable”, llegue a nuestro país y no continúe a otros destinos y se quede en el nuestro.
Se les exigirá PASAPORTE, para ingresar al país. El articulista de El Universo, don Simón Espinoza, profundo pero irónico, comparó el hecho de la exigencia ecuatoriana como: “Si una persona que se está ahogando, se le exigiera exhibir el carnet de afiliaación al IESS, para salvarla”. Fotográfica y dura crítica a las autoridades de migración ecuatoriana. La medida no es nueva. Son disposiciones de la CAN (Consejo Andino de Naciones), cuyas resoluciones por ser un estado miembro, nos exigen su aplicación.
Pero, los migrantes venezolanos, no se están ahogando, están huyendo de un gobierno dictatorial como el de MADURO, que no tiene para alimentar sino a la mitad de su población, no tiene fuentes de empleo y tiene un ejército propio para perseguir a la oposición y a quienes no compartan con su “Revolución” que de Bolivariana no tiene un pelo.
Bolívar hubiese sido el primero en desenvainar su espada para sacarlo del poder y mandarlo a fusilar.
Entonces tales migrantes son VÍCTIMAS, migrantes obligados. Qué sucederá, si Colombia, Brasil, Las Guyanas y Perú les cierran las fronteras, si lo hiciera el Perú, nos ocasionaría un grave problema. Luego la solución no va por ahí.
Es más compleja, deberíamos ser más solidarios, pero, cierto es, el Ecuador está en crisis económicas y no puedo acogerlos y hacerse cargo al 100% de su alimentación, vivienda y trabajo. ¿Qué hacer entonces?; daremos algunas ideas, que ojala funcionen.
Antes, deseo expresar mi felicitación a las familias quiteñas, que acudieron con comida, bebidas calientes y frazadas, a la estación del Terminal, para que calmen el hambre y el frío, estacionados como estaban, en las áreas de parqueos, a la interperie..
Se ha dicho que la migración, quita a los ecuatorianos plazas de empleo, NO es cierto, ninguna migración en el mundo quita empleo a los nacionales de ese país recibiente.
Veamos, en los EEUU, los mexicanos que pasaron por miles hacia USA, trabajaron como cocineros para internacionalizar su comida, en los Estados de Texas, California y Los Ángeles, y con salarios inferiores a los que ganaban los americanos.
Igual en Nueva York y Florida, y cuantOs otros Estados Americanos.
Ahorraron, y mejoraron su posición económica, establecieron sus propias negocios, se legalizaron y desarrollaron los Estados donde se arraigaron, lograron el “sueño americano”, a base de mucho esfuerzo y sacrificio, pero lo lograron.
El Presidente Donald Trump, se equivocó. Prohibió a las empresas norteamericanas tener sus industrias automotrices en México, para que los pongan en USA y dar trabajo a los americanos -no tuvo acogida- igualmente en materia agrícola, que requerían de mano de obra, en ocasiones más barata, de acuerdo a los niveles del salario/hora de los americanos, -que es el más elevado del mundo-.
Se dio cuenta el sr. Trump, que los americanos no deseaban realizar esos trabajos y dio pie atras, aunque si les exigió que inicien los trámites de legalización que es lo lógico.
Paró la deportación de mexicanos ilegales y la consecuente desvinculación con sus hijos, que, por haber nacido en territorio americano eran americanos, con iguales derechos que los demás americanos, hijos de padres americanos.
En Alemania en los años 1970/2, había 6 millones de fuentes de trabajo, que los alemanes NO querían realizar, por ej: aseo y barrido de calles, trabajos de alcantarillado y agua potable, mudanzas, etc. Asumieron la política laboral de “Trabajadores invitados”, para dar trabajo y mano de obra a sus congéneres de Alemania del Este -bajo el régimen comunista-, a los ciudadanos de Checoslovaquia, (unida aún), de Polonia, de India, de Turquía y de Tailandia y algún otro país que se me escapa.
España, abrió las puertas laborales para los latinoamericanos y ciertos países árabes africanos, con costa al Mar Caribe.
Los llevó a Murcia primero y luego ellos, se ubicaron en Madrid y Barcelona.
Italia les abrió las puertas a las migrantes mujeres para que cuiden personas mayores que necesitaban compañía. La sra. Melker, que dirige los destinos de Alemania por una 4ta ocasión, frente a la avalancha migratoria de los SIRIOS, oferto al régimen dictatorial de su Jefe de Estado, y les permitió llegar a 1 millón de sirios a sus ciudades, que con sus malos hábitos e ideas religiosas diferentes, causaron serios problemas a los ciudadanos alemanes, generalmente respetuosos de sus leyes y reglamentos y ordenanzas municipales. Igual proceder siguieron los Franceses, Irlandeses y los Países Bajos, limitando sus malas costumbres, y sobre todo la falta de idioma del país acogiente.
Es lo mínimo que pueden hacer, ante la real posibilidad de que ingresaran terroristas del IA, como lo demostraron en Francia, España, Holanda e Italia, esta última llegó al extremo de cerrar fronteras y no recoger a los migrantes en sus pequeños botes de goma, o con excesos de navegantes. España desde ese inconveniente, acude con sus barcos de guerra a su salvamento.
Escribiré las soluciones o mecanismos de mayor flexibilidad que se me ocurran.