La Iglesia católica y la pedofilia

Ya abordamos este tema en una entrega anterior que ha traído graves consecuencias a la Iglesia Católica, que ha provocado la deserción entre la feligresía católica y ha aumentado el ateísmo, sobre todo en la juventud española, por antonomasia, la España de los Reyes Católicos. Era, que llevó al Reino de Castillo, a ser la gran potencia mundial, donde en sus colonias “No se ocultaba el sol”.

Las Iglesias católicas y cristianas en Europa, están relativamente vacías. Se ha convenido que una misma Capilla, sirva por igual a los fieles de todos las religiones de origen cristiano, en celebraciones de distintos horarios.

También lo hemos dicho en otras entregas sobre las Reformas a las leyes sacerdotales, que contribuiría en gran parte a la solución del tema de la Pedofilia=paidofilia. Estas serían, permitirles a los sacerdotes que así lo desearan, casarse y formar un hogar. Serian buenos padres de familia y esposos.

No es raro que las mujeres, a través del confesionario, se enamoren de sus confesores y viceversa, con el correspondiente escándalo social y la destrucción de más de un matrimonio.

El cine -de pantalla grande- captó de manera magistral, el tema que comento, con la producción cinematográfica de “El pájaro Espino”, en lo que recuerdo, el sacerdote pidió licencia y le fue concedida, -por 3 meses- a fin de que, pudiese decidir, si dejaba los hábitos o los tomaba para siempre.

En el film que comento, después de esas vacaciones por Europa, con su novia, el “Pájaro Espino”, decidió por los hábitos, renunciando a su novia y dedicándose al Servicio Divino”.

En temas de Pedofilia, el Cine, también ha abordado, esta relación -infante-sacerdote-, demasiado cercana, que lleva a la duda, durante la trama, si el sacerdote del Convento de Monjas, era o no pedófilo, con el agravante de la acusación perseverante, de la Madre Superiora del propio Convento, que lo odiaba.

El título de la producción cinematográfica, no podía ser mejor, “LA DUDA” pues al final del cuento, los asistentes a esta película, quedan con la duda, de si tal sacerdote y el niño de la escuela del convento, tenían o no, alguna relación extraña, de tipo personal. Al fin de cuentas, hecho el análisis de la denuncia de la Madre Superiora del Convento, la Comisión, no llegó a tal conclusión, pero optó, por cambiar al Sacerdote, a otra parroquia eclesiástica.

Otro tema cinematográfico espectacular, es la producción denominada “Solo Dios lo sabe”, (?), que trataba de un naufragio, de un buque de la época, donde solamente se salvan una Monja, -bellísima- y un científico -entre ateo y agnóstico- que con mucha dificultad y esfuerzo llegan a tierra, a una isla solitaria, donde, la monjita se desmayó y cuando despierta, estaba envuelta en hojas secas, -mientras se secaba su hábito-, hojas, que el científico había cortado para cubrirla y para hacer la covacha, donde permanecieron algún tiempo juntos, hasta que los rescataron.

La monjita continuó sus estudios universitarios superiores en, donde coincidentemente, también el científico, era profesor de esa misma universidad. Para que recuerden el film, les comento que, la monjita y su amiga, -otra monjita- que sabía la historia del naufragio, se toparon en contravía, por los senderos de la Universidad, con el profesor, pero el científico no la reconoció. La amiga Monja, que la acompañaba, se sorprendió de la actitud, del científico y ella le contestó -recuerdo- “Nadie se fija en la cara de una monja”.

Con estos antecedentes, que bien pudieran darse en la vida real, respetuosamente propongo que tanto, curas y monjas, que así lo consideren y soliciten, puedan casarse civil y eclesiásticamente, para lo cual, el Vaticano, dictará, la reglamentación necesaria para ello, con las limitaciones ministeriales, si fuera del caso.

Me comentaba, alguien que en verdad es un católico y muy vinculado a las organizaciones católicas, que para Juan Pablo I, el Santo que gobernó a la Iglesia Católica por 30 días y murió, en el hecho Papal, sin conocerse la causa de su muerte, por cuanto los PAPAS, están exentos de realizarles la autopsia, para determinar la causa de la misma, me decía, que para Juan Pablo I, el hecho de que los curas se casen, para él, era cuestión de un Decreto.

Los sucesores de Juan Pablo I, no han vuelto a tocar el tema. Quizas Francisco, lo haga, en su afán incluyente de tantos miles o millones de católicos que se han alejado de la iglesia, y para suplir la falta de sacerdotes que hoy por hoy experimenta la Iglesia Católica.

Para concluir con el tema de la Pedofilia. El Papa Francisco ha nombrado una COMISIÓN ECLESIÁSTICA DE ALTO NIVEL Y CON EL CARÁCTER DE PRIORITARIA, que investigue estos abusos, mejor dicho, DELITOS, y termine con esta realidad, que describen con horror -según el Columnista de El Universo, Felipe Burbano de Lara, en su edicion del dia martes 28/agosto del 2018 (pág. 8/opinión)-, que parcialmente lo reproduce:

“El informe de 1356 páginas, sobre los abusos sexualles en 6 de las 8 Diócesis de Pensilvania, durante 7 décadas, deja al lector impactado por tanta pervisión. De acuerdo con la investigación realizada por un Jurado de Pensilvania, 1.000 menores –incluidos niños de 7 años– fueron sometidos a los actos más perversos. A los abusos y violaciones le acompañó el encubrimiento de los sacerdotes pedófilos en 54 de los 67 condados del mismo Estado. Algunos sacerdotes fueron dados de baja, pero nunca sancionados ni castigados y menos todavía obligados a un reconocimiento público de sus crímenes. Se los separaba de la Iglesia con eufemismos como “baja médica” o “fatiga nerviosa”…..

Vuelvo a insistir en mi exclamación -al término de mi entrega anterior sobre este tema: “Danos Señor Sacerdotes Santos”.

Tengo fé que el Papa Fco, logrará una solución a este doloroso tema, de los curas perversos -en todos los países donde se denuncia y/o investigue seriamente este tema, y no solo los expulse de la Iglesia y a sus encubridores, sino que insista, que los perjudicados inicien las acciones penales pertinentes, en los respectivos tribunales, para que paguen con cárcel, el resto de sus días.