El gobierno considera que ha llegado el momento de que el país ingrese en un proceso de mejorar su competitividad. Estamos en el puesto 97 del índice global del foro económico mundial y lo que se busca es mejorar la posición por lo menos al puesto 50 para el 2021.
El Correato que gobernó por una década, tenía como objetivo fortalecer al Estado y poner en segundo plano al sector privado, lo cual lo consiguió. Pensaban que invirtiendo en grandes proyectos como: carreteras, hidroeléctricas, refinería, etc. el país se volvería más competitivo y los costos de producción se reduciría. Ignorantes, incapaces, destruyeron lo logrado.
El inmenso gasto del correismo, trajo aparejado una altísima corrupción. Muchos proyectos se ejecutaron con sobreprecio y fueron asignados a dedo a empresas que los dejaron inconclusos o con fallas estructurales. El saqueo a los fondos de los ecuatorianos fue algo jamás visto y sigue sin tener las sanciones que el pueblo demanda y exige.
No existe por parte del gobierno las señales que brinden la confianza como para que el sector privado efectúe las inversiones que en su momento fueron ofrecidas, por el contrario, el tiempo recurre y hay tibieza en los enunciados.
No basta pretender que la reactivación económica se dará con la creación de un Consejo Nacional de Competitividad y otro Consultivo que aglutine empresarios, académicos y organismos multilaterales; se necesita acciones en la lucha contra la corrupción; una real disminución del gasto público y una independencia de la Justicia, con depuración de jueces con poca o ninguna capacidad para impartirla, en definitiva, seguridad jurídica.
La competitividad es de doble vía, no depende solamente de los privados que, si bien son los generadores de empleo y riqueza, el gobierno debe poner una gran cuota, la principal es propagar confianza.
Se necesita reformas legales que viabilicen la contratación de plazas de trabajo, que, si bien son temas de Asamblea, desde el Ejecutivo se puede instrumentar y reglamentar. La poca disminución de la burocracia sigue sin ser algo que incida en el gasto. La venta de activos improductivos es solo un enunciado, etc.
El tornar al país competitivo no es fácil y peor en tan corto tiempo. Si no hay un mensaje claro y transparente que llegue al sector privado e inversionistas extranjeros, no se lograra el objetivo que se pretende.