Hace unos años, con ocasión del uso de un nuevo producto que prometía mucho para la Medicina, fui invitado a discutir sobre el tema en Bethesda, en la Food and Drug Administration, previo a la aceptación de un estudio que íbamos a realizar. Me impresionó la calidad científica y los trámites que había que llenar y observar para aprobar los estudios y la investigación previos al trabajo y al uso del producto.
Hay algunas cosas que es muy importante que se sepa sobre el tema. El ser humano es un ser muy complejo, y hay que saber diferenciar algunos mecanismos de acción de los medicamentos, para poder comprender la realidad de su efecto.
Toda droga o medicamento tiene efectos principales y efectos colaterales. Se usan, por supuesto para los efectos principales, y los colaterales en general, pesan en contra. Algunos efectos secundarios, permiten el uso de algunas drogas, por su efecto colateral. El Sildenafil por ejemplo, se lo quería usar como vasodilatador, y entre los efectos secundarios que se encontró en los estudios, estaba la erección del pene, y pasó a usarse para la disfunción eréctil como uso principal. El Minoxidil salió como antihipertensivo y ahora se usa para la caída del cabello.
Otro efecto importante que tienen las drogas, es el llamado efecto “placebo”, que es el efecto que tiene la droga sobre el paciente, que en verdad, no tiene nada que lo pueda mejorar, pero hace que el paciente se sienta mejor. Para intentar suprimir este efecto y darle importancia al efecto científico, en los estudios se comparan con el uso de “placebos”, como azúcar u otras sustancias, comparando el número de efectos positivos del placebo y de la droga que estudiamos.
Ha entrado al debate el uso del cannabis como medicina. Los propulsores de la idea piensan que su uso medicinal, puede ser un gran avance científico, e insisten en su uso. ¿Cuál es el efecto del cannabis? De acuerdo a lo que dicen las personas que lo han usado, produce alegría, sensación de liberación y de relajamiento, aparte de los efectos perniciosos conocidos por todos.
Conozco algunas personas que están usando el cannabis para tratar el dolor, dolencias graves, como el Parkinson y otras, en enfermos que están prácticamente inutilizados por la enfermedad, y que aseveran fehacientemente el gran efecto beneficioso de la droga sobre el paciente. ¿Es este efecto real? ¿Es un efecto placebo? Personalmente creo que es un efecto placebo, o secundario positivo, pues es la sensación de euforia y alegría la que hace que el paciente “mejore” con el medicamento.
¿Justifica este beneficio la siembra y comercialización del cannabis? A mi modo de ver, ¡NO! Hay otras drogas tranquilizantes con menos implicaciones legales, que pueden lograr efectos similares. Mucho se argumentará que esta droga bien usada y controlada no afecta a la sociedad, pero, ¿quién garantiza que va a ser bien usada y controlada por todos?
Las drogas que alteran la mente, pueden convertir a un hombre normal en un asesino, o destruir su personalidad y convertirlo en un rastrojo de hombre, inútil para la sociedad. El otro problema, que no por eso es menos grave, es que el cannabis es considerado una droga “blanda”. Con el uso continuo, ya no produce tanta euforia y es el camino para pasar a otras drogas mucho más peligrosas.