Un 12 de octubre de 1492 nuestra América recibió la llegada de España –por casualidad– la que luego se convirtió en invasión y conquista de todo un continente.
Todos los que estudiamos, desde nuestras bancas escolares, supimos que fue una borrasca o tormenta en alta mar, que obligó a desembarcar a hombres que salieron del Puerto de Palos España -en son de conquista hacia las Indias, en 3 carabelas: Sta. María, la Pinta y la Niña, comandadas por Cristóbal Colón, que a más de Conquistar la India situada al este de Europa (Asia) para el reino español, querían demostrar la ruta de mar más corta hacia ellas. Y que se desviaron llegando a una isla de las Antillas, a la que nominaron “San Salvador”, porque según ellos -les salvó la vida-
Y a sus habitantes los denominaron indios porque creyeron que habían llegado a las Indias y por añadidura los calificaron de salvajes e ignorantes porque no hablaban su idioma y tenían otras costumbres (no sabríamos, entonces decir, quienes eran los “ignorantes”)
Lo que si podríamos asegurar es, que comenzó ahí la era de la conquista española de estos pueblos, sobre todo por vaciarles sus riquezas, al tiempo que se llevó a cabo el mestizaje americano o el nacimiento de una nueva raza-la mestiza –raza cósmica o mágica-, como la llamó Arciniegas más tarde. De la que somos nosotros y los pueblos de toda América, que, comprobada en el siglo anterior al presente, entre estudios arqueológicos y radioactivos de C 14, eran de alta cultura milenaria: con lenguaje, dioses y estructuras políticas propias.
Por lo que el 12 de octubre de 1492 diremos con propiedad, fue el inicio de una interculturalidad racial.
Y es que, dicho sea de paso, nunca hubieron, ni hay razas puras en el mundo; dado a que el hombre fue y sigue siendo nómada, lo que lógico y natural biológicamente, en su caminar pedestre o a lomo de cuadrúpedos, en balsas, canoas, barcos desde los de vapor a aviones del presente, se produjo y sigue produciéndose la fusión genética entre varones y mujeres en la tierra.
Entonces, lo importante es que ya en pleno siglo XXI no debe hablarse de españoles civilizados y americanos indios salvajes. Sino de la interculturalidad, hispano-americana que se inició en 1492 Aunque más apropiadamente, es hablar en el presente, de una sola raza, la raza humana del mundo.
NOTA: Américo Vespucio- Navegante, en 1501 (9 años después de Colón) En sus viajes exploratorios reconoció que las costas de Brasil pertenecían a un continente desconocido al que llamó “Nuevo Mundo” por lo que en su honor se lo llamó América.
¡Por la paz del mundo!
Todo es según el color del cristal con que se mire. Para suerte de los habitantes de lo que hoy es América, los primeros que llegaron por estos lares fueron los españoles. Si no llegaban ellos en poco tiempo -a medida que se iban perfeccionando las embarcaciones- hubieran llegado los holandeses, o los portugueses, o los ingleses, o los alemanes, o cualquier otro. Digo suerte de que llegaron los españoles, porque eran los más benévolos de todos, y posiblemente los más inteligentes de la época. No tuvieron ningún problema en aparearse con las mujeres locales, no eran xenófonos, y surgió el meztizaje que fué la base de la colonización. Aparte de eso. cuando llegaron, se encontraron con que unos pocos grupos dominantes, aztecas, mayas e incas, tenían esclavizados a los demás pueblos, o sea que los dominados se aliaron con los recién llegados y comenzaron a ganar su libertad. Los quitus liberados en Ecuador fueron los primeros en formar parte de un inmenso ejército que salió hacia el Perú, y se alimentó con otros pueblos liberados, cañaris, etc. Parece ser que eran más de 200.000 nativos al mando de un puñado de españoles los que desplazaron a los incas y les dieron su libertad a los pueblos sometidos. Como decía al principio, todo es según el color del cristal con que mire.