¡Asusta ver la desesperación de los migrantes! ¡Las fotos de la prensa son dramáticas! Niños que deben caminar kilómetros a pie, gente de edad en la misma forma, casi sin comer, buscando libertad, huyendo de la opresión, de la delincuencia, de la muerte, buscando libertad, fuente de trabajo digno, paz… ¿Podrá Estados Unidos soportar la avalancha de gente que busca refugio en su territorio? ¡Lo creo un poco más que imposible! Lo que está ocurriendo es que en medio de esa ola de migrantes, se meten también delincuentes de la peor cepa que, viendo cómo sus víctimas huyen buscando refugio en tierras sanas, se unen para poder luego delinquir en Estados Unidos, formando bandas como los Mara Salva Trucha 13 y otros grupos. Estas bandas son ya un grave problema social y delincuencial en esas tierras.
¡Todos sabemos porque los migrantes huyen! ¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo que se trate a los seres humanos peor que a los animales? El respeto a la vida humana no es sólo un derecho, ¡Es una obligación! ¿Es culpable el gobierno americano por bloquear esta avalancha? ¡Por supuesto que NO! ¿Cuál es entonces la solución?
¿Qué es lo que ocurre en América Latina? Lo que está pasando en estas tierras no es la autodeterminación de los pueblos, sino la autodeterminación de los caudillos, de los delincuentes de cuello blanco, de los aprovechadores, de los que han engañado a esos pueblos con falsas promesas y se aprovechan para saquear sus arcas, de los abusivos (de los Castro, los Chávez, los Ortega, los Maduro, los Kirchner, los Correa, los Morales y varios más, bajo el tutelaje de ellos mismos y de otros), el pobre les cree y los mira como sus salvadores, así es como idolatran en Venezuela a Chávez, y en Argentina a Perón, porque creyeron en sus promesas y, como al comienzo había dinero, ofrecen y dan bonos, que llevan a los pobres, a conformarse con los mendrugos que les dan, con los servicios incompletos y malos que ofrecen, en otras palabras, engañándolos, actuando como los Emperadores romanos, dando al pueblo pan y circo para obtener sus votos, robándoles su dignidad y su espíritu de trabajo, tratándolos como si fueran animales.
¡La causa no son los migrantes! ¡Ellos son la consecuencia! ¡Hay que vigilar los Gobiernos! Cuando aparezcan estos individuos, abusivos contra los ciudadanos, que pretenden enquistarse en el poder, debe haber una ONU, una OEA, o una organización similar, pero que defienda a los habitantes, que actúe y evite que estos individuos asesinen a sus ciudadanos, para evitar la verdadera autodeterminación de los pueblos.