La traición ha existido desde el inicio de la humanidad. Este acto despreciable lo que busca es asestar un golpe para acabar con la figura de poder que molesta al victimario. Las razones que esbozan los traidores son varias, entre las más comunes: opresión, odio, venganza, ambición e interés.
Es evidente -a la luz de los últimos acontecimientos- que la Presidencia de la República del Ecuador tiene entre sus filas uno o más entes infiltrados en su administración que le han inferido una contundente puñalada por la espalda. El presidente debe ahora pasar a todos sus “colaboradores” por un cedazo para retirar las alimañas que estorban y entorpecen su administración. Supongo que el primer paso será el de poner en frente todas las piezas de su gobierno, al puro estilo de Plaza Sésamo, para separar y escoger las coincidentes entre el régimen anterior y el actual, analizando los perfiles de cada uno, y viendo de qué pata cojean y de qué debilidades sufren, para entonces arribar a la conclusión de quién podría ser el -o los- Brutus de esta administración.
El primer mandatario debe actuar de inmediato para purgar su entorno porque de lo contrario dará una imagen de complicidad que ningún flaco favor le hace. Definitivamente, a este gobierno le falta acción. Está bien tener un mensaje conciliador, sobre todo cuando hemos pasado de vivir en dictadura a una democracia más participativa. Pero esto no significa llegar al extremo de aplicar el “laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même”, o en buen romance: “dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo”.
El Gobierno debe intervenir de manera clara y firme para poner en orden las cosas. Esto aplica para los proyectos que se emprendan, las negociaciones en marcha, las decisiones sobre asuntos internacionales, las medidas para enderezar la economía de nuestro país, entre otras. No pueden proyectar una imagen de debilidad ni de víctima. Tienen el poder y deben ejercerlo como corresponde, sin excesos ni medias tintas, para lograr el avance y buen desarrollo de mi Ecuador.
SR. PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR: EL PUEBLO RECLAMA Acta non verba: Frase que significa, «Acciones, no palabras». DEPURE A SU EQUIPO.
Me uno a los comentarios, depuración total!