No sé si ustedes tienen la misma percepción, pero pareciera que el país está en un estado de hibernación, similar al efecto que ocurre cuando las computadoras por inactividad entran en estado de reposo. Necesitamos que las autoridades de nuestro país despierten, que aplasten la tecla ‘enter’ y reactiven las actividades comerciales para lograr acuerdos con países con los que tenemos importantes intereses económicos; urge inyectar recursos e incentivos al sector industrial y al agrícola, que son unos de los pilares fundamentales de la economía de nuestro país. Junto a esto, es imperativo reforzar la seguridad jurídica para dar tranquilidad a la inversión privada.
Repasen lo que sucede en diversos sectores productivos de nuestro país y se darán cuenta de que, salvo contadas excepciones, están pasando por momentos complejos sobre los que no veo que existan actuaciones concretas para manejarlos.
Este Gobierno no puede considerarse y autodefinirse como un gobierno de transición, con el simple mandato de corregir el timón de la nave, y sin hacer olas, pasar el rato hasta entregar la posta al futuro gobernante. No podemos seguir con el discurso de que están componiendo lo que el otro destruyó; tienen que trazar un plan claro, con objetivos concretos, para que todos los ciudadanos sepamos hacia dónde tenemos que empujar el carro. No es muy difícil quedar bien cuando el patrón de comparación es un gobierno desastroso que tuvo al país secuestrado por una década y que a su término lo dejó postrado y sin recursos. Es muy poco lo que deben hacer para sacar mejor nota que el gobierno anterior.
Este Gobierno debe dar un giro de 180 grados y expulsar de los espacios de poder a los “acólitos infiltrados”, alcahuetes de la corrupción de la década pasada. Deben despertar y ponerse en acción de manera urgente; abandonar lo antes posible ese estado de letargo en el que hemos entrado.
Deberían haber despertado luego del tremendo cocotazo que recibieron al enterarse de que duermen con el enemigo. Manos a la obra, para que no pasen a la historia como el gobierno ‘immobile’.
El gobierno o su cabeza ,no se cansa de decir que tal o cual “son excelentes , que siempre an sido socialistas “, lo cual, para mí solo puede significar que es para esa distopia donde nos quieren llevar. No pedirle peras al olmo dice el refrán, y creo, desde antes de que el correismo gane la primera elección, que precisamente para esa obscura meta donde quería llevar al país. El morenismo no cambia ni cambiará de ruta, solo de método.