Moreno cree en Moreno. Ninguno cree en el país heredad de todos, bien común para administrarlo por medio de los mejores y no por veletas que escupen al Cielo y nos crean problema tras problema; a propósito, con tontería y todo, porque su fin es salirse con su vanidad, con su acrecentado ego, con su apetito sin límites, pese a quien le pese, valiéndose de lo que sea, incluso de vedetes, cantantes y shuteadores.
Se han acumulado los problemas desde que al uno le graduaron como “arquitecto de la patria” para que gobierne cien años, al otro de “profesor”, al tal de sabelotodo, al último de divinidad castro/chavista elegido para los próximos trecientos años como emperador de la Isla, de la China y de la Conchinchina.
Seguiremos esperando al acreedor de la palma de oro, que construya puentes de coraje, de amistad y amor por nuestro bello terruño, por nuestro Ecuador de libertad, por nuestro camino de verdad ante la vida.
Nos han dejado problemas insuflados de rancia y pestilente materia, vacíos de contenido espiritual, que no pueden resolverse por medios racionales, cívicos, económicos o militares, sino que exigen un cambio de creencias, de valores, de metas sencillas y bellas.
Creencias expresadas abrumadoramente el 4 de febrero de 2018, pero una vez más ignoradas por quienes pusieron nuestro mundo de cabeza. Con lo cual ustedes mismo se están despedazando, reventando, rompiendo en jirones, jalándose en todas direcciones, envenenándose con sus dogmas. Sus creencias actuales ya no los sostienen, los están aniquilando.
Pero la Patria seguirá, porque no es de su propiedad. ¡Al buen entendedor, pocas palabras le sobran!
Eduardo Polit Molestina