La postergación de los sectores de educación y salud, con presupuestos menores, han sido el más claro indicio de la crisis por la que el Gobierno actual atraviesa. No tiene dinero y en lugar de tratar de conseguirlo a través de la reducción de los gastos y el incremento de las inversiones, insiste en la metodología del gobierno pasado de conseguir deudas para pagar deudas, es decir mayor endeudamiento improductivo, que genera más gasto, alimentando la bomba de tiempo de la deuda y del déficit sobre los cuales he advertido desde el año 2014.
Los subsidios se mantienen, al menos por el momento. Cometieron el grave error de tratar de eliminar los subsidios al mismo tiempo de condonar centenas de millones de dólares en intereses en deudas de grandes empresas y banqueros, lo que generó múltiples críticas y concluyó en solamente eliminar el subsidio de la gasolina súper, que no ha significado mayor ahorro para el Estado, puesto que la reacción del usuario fue la migración del consumo de gasolina súper a extra. Luego de las múltiples críticas recularon y no se había vuelto a tocar el tema de los subsidios hasta ahora, que tendrán que encontrar financiamiento para el reciente ofrecimiento de equiparar el presupuesto de educación para 2019 con el del año 2018, luego de las protestas estudiantiles que culminaron en una reunión con el ministro de Economía y Finanzas en el que los estudiantes consiguieron la promesa de subir el presupuesto para educación.
El precio de petróleo de $ 58.29 es demasiado alto, basado en especulaciones relacionadas al riesgo político alrededor de declaraciones y acciones del gobierno de EE.UU. sobre Irán y las sanciones contra este país. La demanda mundial de crudo no está incrementándose, por lo que la oferta seguirá superando a la demanda y por consiguiente el precio de petróleo tiene presión hacia abajo y ya que no tenemos control sobre las decisiones de EE.UU., es aventurado presupuestar con un precio que incluye un elemento político que puede cambiar en cualquier momento. Para determinar el precio del petróleo en el presupuesto se debería considerar el largo plazo y el precio que se considera adecuado es de $ 50 dólares por barril de crudo West Texas Intermediate (WTI), del cual se debe descontar un diferencial o castigo por menor calidad para determinar el precio de nuestro crudo ecuatoriano. De esta manera, si el precio de petróleo en 2019 es mayor al presupuestado queda un excedente que puede ser utilizado posteriormente. Como está actualmente, si el precio es menor al presupuestado, entonces existirá un déficit y algunos proyectos quedarán truncados con las consiguientes pérdidas para el Estado.
Las cifras de inversiones e ingresos por concesiones son pájaros en el aire, basados en suposiciones, la necesidad de financiamiento sigue creciendo, mientras el servicio de la deuda de cerca de $ 9.000 millones es insostenible. El crecimiento de la economía no tiene fundamento, puesto que lo que tenemos actualmente es un estancamiento. Este crecimiento irreal significa ingresos irreales en la proforma por concepto de impuestos que se cobrarían en actividades económicas ilusorias y que difícilmente se cumplirán.
No hay un verdadero plan de austeridad como se había prometido y por consiguiente no se ve la reducción del tamaño del Estado prometida. No se han hecho efectivas las ventas de activos del Estado que se anunciaron y hasta la fecha no hay prospectos en los que se publiquen y promocionen estas ventas.
El mismo Gobierno denunció las negociaciones del gobierno pasado con China, incluyendo las preventas petroleras, que se dieron en términos desfavorables para nuestro país. Se ha denunciado esa extraña comisión de $ 4 por barril para un intermediario petrolero, que no debía existir puesto que las negociaciones de gobierno a gobierno son precisamente para obviar a los intermediarios, sin embargo no se ha efectuado ningún cambio.
El problema del Gobierno es la falta de dinero y la solución está en sus manos. Debe reemplazar la deuda cara con China por deuda barata, ahora que tiene acceso a los mercados internacionales. En ese gran ahorro está el dinero que necesita para educación y salud y se evitarían las protestas y conflictos que se avecinan.
Hola Master Carlos Sagnay. Ud. tiene la razón al decir que el actual gobierno tiene en sus manos la solución al problema del déficit fiscal disminuyendo el gasto. Pero no lo van ha hacer, pués temen el rechazo del pueblo con estas deciciones; porque no hay solución sin dolor, y lo que hará es precisamente NADA, sólo lo necesario para mantenerse en el cargo hasta terminar su mandato y dejarle el problema al próximo gobierno. Yo propongo que el nuevo mandatario del 2019 tome las sig. medidas, pués si no lo hace no saldremos de la crisis y ésta se incrementará dolorosamente en los sig. años, con el peligro de llevatnos por el camino de Venezuela: Eliminar la burocracia innecesaria e improductiva y el exceso de la misma en por lo menos el 40%, es decir unos 200 mil burócratas. Pero liquidándolos con una buena cantidad de dinero para que con ese capital ahora sí sean productivos y formen microempresas y sean parte de la reactivación económica. Renegociar la deuda con China con más largos plazos, menos intereses y cuotas mucho menores, y este dinero que se iba en pagos y quede libre sirva también para la reactivación. Disminuir los números de asambleistas y sus sueldos, y de toda la burocracia en general, a salarios reales de acuerdo a nuestra realidad económica. Y los asesores de los asambleistas, si ellos desean tenerlos, que les paguen de su bolsillo sus sueldos. Dar crédito a todos los sectores produtivos a bajos intereses y largos plazos, hasta recuperar la inversión, es decir unos cinco años, luego de los cual se les cobrará igual al sistema financiero. Vender todos los bienes estatales y empresas públicas, pués el estado no debe manejar empresas porque eso alienta la corrupción. El estado debe dedicarse a cobrar impuestos reales, administrar justicia y alentar la producción para que el pueblo tenga trabajo y buen salario, única manera de que los ciudadanos tengamos pleno desarrollo económico y por ende el país. Siga adelante con sus valiosos comentarios que, a ala vez que nos ilustran, nos hacen ver la verdadera realidad del país, no la que nos dicen los gobernantes, especialmente estos dos últimos presidentes que hemos tenido.