Justo, al tiempo de escribir la entrega anterior, la TV, anunciaba una vez más, la suspensión de la final del encuentro por la “Copa Libertadores”, entre Boca y River.
Se determinará, la nueva fecha de este encuentro, suspendido por 2 o 3 ocasiones, gracias a la “hinchada” de ambos equipos, que traspasando a las barreras del fanatismo, invadieron la etapa del VANDALISMO, con acciones colectivas de una serie de actos delictivos, censurables, cuyas acciones desdicen de una población que siempre se considero culta y europeizada.
Sociedad, que tiene como elementos dignos de aplauso: Un Papa: “FRANCISCO”, en el Vaticano, un astro en el fútbol internacional: MESSI, un jugador de los mejores del mundo, integrante del BARCELONA de ESPAÑA; grandes líderes políticos, como PERÓN y su cónyuge, en el cercano pasado, y grandes representantes latinoamericanos, en la Literatura y el espectáculo.
Hoy, han caído, en la provocación, y en la violencia futbolística, entre hnos. argentinos y han llegado al vandalismo. Vandalismo que a todas luces, es una vergüenza Nacional e Internacional y un mal ejemplo en el apoyo al Deporte, del fútbol, de práctica universal, que más atrae a las masas y más emociones y satisfacciones ofrece a los seguidores, a sus Directores y más actores involucrados en su práctica y beneficios económicos, de acuerdo a sus resultados, en la Cancha.
¿Qué hacer al respecto?
Me atrevo a hacer unas respetuosas sugerencias:
1) Fijar una nueva fecha el próximo año, para no opacar las festividades navideñas, o también, antes de ellas, para invocar el “Espíritu de Paz”, de tales celebraciones, que rememoran el nacimiento de Jesús, creado en el vientre de su madre -Maria-, por ahora y gracia del Espíritu Santo. Por ejemplo el 6 de Enero del 2019, día de celebración de los “Reyes Magos”
2) Declarar EMPATADO, el partido -sin jugar-, y repartir el premio de $6 millones, entre ambos equipos, por igual, premio que bien podría ser un aliciente, – si solo uno de los equipos lo obtiene- de los disturbios ocurridos.
3) Una tercera opción, podría ser. suprimir el premio al ganador del encuentro y donar ese dinero- dinero que, entre países dolarizados es una suma importante, muchos más en aquellos países, como la Argentina, que no lo están, a los Centros o Escuelas de Formación, de futuros integrantes de los equipos profesionales de fútbol argentino, o a las escuelas de niños pobres que, en la Argentina, también se cuentan en millones, en especial en la ciudad de Buenos Aires.
4) Cualquier otra alternativa, que aporte a la paz entre hermanos de un mismo país y en bien del Deporte estrella, en el mundo, donde la sensatez reine entre los seres humanos, nuevamente, para bien y ejemplo de las presentes y futuras generaciones.
5) Suscribir un Acuerdo entre las Dirigencias de ambos equipos, y que asuman la responsabilidad, civil, económica y penal, junto con sus autores, cómplices y encubridores, de los daños causados como consecuencia de los actos de vandalismo, que han convulsionado y convertido a este noble deporte-espectáculo, en un reguero de sangre y de destrucción de inocentes y de bienes materiales, que nada tienen que ver en el desarrollo de los eventos deportivos, de cada ciudad o país.
Que todos -allá y acá- y en todas partes, celebremos unas Navidades tranquilas y de amor, celebración a la que todos aspiramos.