Todo lo que vemos en la política nos da asco.
Sin embargo, esto que recién descubrimos siempre ha existido.
La diferencia entre antes y ahora está en la existencia de las redes sociales y la velocidad con la que divulgación de la información.
Anteriormente los políticos podían tapar mejor las cosas chuecas que hacían porque no había la información inmediatamente conocida para poderla conocer.
¿Que son los políticos?
No son seres distintos a los demás.
Como cualquier gente inescrupulosa, pueden ser pícaros o ladrones y solo actúan para satisfacer sus propios intereses.
Eso de que son patriotas desinteresados que lo hacen todo a nombre de los pobres, es un auto membrete que de tanto repetirlo, ellos mismos se lo creen.
Hay incluso algunos que se sienten como mesías predestinados para ser ungidos. Están convencidos de ser los únicos que tienen la solución para todos nuestros problemas.
Esta falsa creencia les es constantemente repetida como adulación ladina por los parásitos depredadores de su círculo íntimo, que le hacen creer al vanidoso que es el único predestinado para decirle al pueblo lo que puede y no puede hacer, como también lo que puede y no puede pensar, ya que solo el ungido sabe la solución a todos los males.
Para ser un político exitoso, se debe ser esbirro a tiempo completo y como característica innata de su personalidad, se tiene que ser un sinvergüenza constitudinario.
Agacharle la cabeza al líder, poder cepillarlo tantas veces como se requiera y aguantar toda clase de puteadas, es parte del libreto que cualquier político que recién incursiona en el arte de saber cómo asaltar el dinero de los demás, tiene que aprenderse de memoria.
Para hacer correctamente un peculado, el político debe saber cómo se debe hacer dos cosas: la primera es cómo crear la dificultad en el trámite y la segunda es cómo repartir las coimas.
Las coimas nacen de la dificultad burocrática que se crea a propósito para que las cosas no avancen.
De esa manera, la rapidez del avance de la gestión dependerá de la “facilidad” que nos otorgue el político para que gracias al aceite que le hemos dado; nos pueda ayudar.
Para la correcta repartición del incentivo recaudado se tiene que ser un honorable ladrón.
El político que sabe repartir, es un ejecutivo confiable que tiene la honorabilidad necesaria para que se pueda creer en su capacidad para poder trabajar haciendo negocios donde se gana a base de robar la plata ajena.
Me han dicho que no se debe generalizar.
Que no es bueno afirmar que todos los políticos son corruptos.
Aquí sucede lo que el ángel dijo antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Encuéntrame diez justos para que no se destruya la ciudad.
Todos sabemos en lo que terminó.
No dudo que debe de haber por ahí algún político honesto.
Pero si vemos la actual realidad, lo que observamos es lacerante.
En cualquier lugar por donde miremos hay un acto de corrupción.
La clase política es un reflejo de la amoral sociedad en la que vivimos.
Ya nada es bueno o malo; ni siquiera ya nada es moral o inmoral.
La amoralidad social es que todo es bueno o malo solo si es bueno o malo para nuestros propios intereses.
Los valores sociales son formados por los antivalores personales; los políticos se mueven más por sus intereses que por sus ideales.
El sistema partidista de una democracia sin ideología, es lo que permite que seamos gobernados por sinvergüenzas que solo se quieren a sí mismos y a sus bolsillos.
Con el cuento de la “seriedad” imparcial del acto supremo de un sufragio, legalizamos a los ladrones para convertirnos con nuestro voto, en sus cómplices para que roben nuestro propio dinero.
Mientras haya impunidad existirá la corrupción.
Si quienes juzgan a los ladrones son los jueces puestos por los ladrones; nada cambiará.
De Palacios, en que terminó la persecución Correista en su contra? Realmente, ponemos a todos los políticos en el mismo saco, me parece injusto y peligroso también. Imagínese un mundo donde todos los políticos sean corruptos , donde nadie vea más que su propio interés y supervivencia? Estaríamos pues a un paso de la anarquía y de la dictadura más completa.
Bienvenido estimado Dr. Palacios! extrañaba sus comentarios, usted es uno de los pocos que levanto la voz contra la tiranía.