La burocracia en su concepto natural es la estructura sobre la que reposan e interactúan los servidores públicos de un país.
Lastimosamente, en nuestro país aplica la descripción negativa de este término; nos referimos a ella como la serie de procedimientos que crean barreras impenetrables para trámites y flujo de decisiones de diversa índole.
No hay duda que el gobierno hace esfuerzos importantes para traer hacia sus filas a personas jóvenes, capacitadas profesionalmente y con ganas de hacer bien y mejor las cosas, sin embargo, todos sus propósitos y buenas intenciones se estrellan contra esta gran pared que les impide implementarlos como corresponde. Es por esto que en algunos casos no nos explicamos cómo personas que vienen del sector privado, con ideas claras sobre lo que se debe hacer, no logran poner en marcha lo que en su vida cotidiana promulgaban. La respuesta la tenemos en la maraña de procesos que tienen que atravesar todas sus iniciativas para al final terminar atrapadas en esta gran telaraña que se encarga que no vean la luz del día.
Les puedo asegurar que hay un sinnúmero de decisiones acertadas que han sido propuestas por las cabezas de los diversos ministerios y que duermen el sueño de los justos, enredadas en la bendita burdocracia. Esto no hace otra cosa que torpedear las buenas iniciativas con excusas absurdas y cuadradas. Debe ser frustrante trabajar en un ambiente como este; no hay derecho a que la burocracia se haya convertido en una subdivisión de reinados, donde cada nivel hace y deshace conforme siente que atentan contra su huasipungo.
El poder Ejecutivo debe entrar a estudiar detenidamente junto a su equipo ministerial dónde están los cuellos de botella y trabas “burocráticas” para desmantelarlas de raíz. El país no tiene tiempo para detener su marcha por un grupo de parceleros que solo buscan cómo controlar su metro cuadrado de dominio e “importancia”. Se debe inyectar dinamismo al aparato estatal para implementar lo antes posible todos los programas y proyectos que lleven al relanzamiento económico del Ecuador.