Indudablemente, ¡el mejor regalo que has recibido en tu vida, te lo dieron tus padres! ¡El más valioso! Con amor, e incluso sin él, te dieron el regalo más maravilloso que has recibido. ¡Te dieron la vida!
Hay que reconocer que si ese regalo fue dado por los dos, y acompañado de verdadero amor entre ellos, fue muchísimo más valioso que todo lo que ha venido después a tu vida. Incluso más valioso que el amor de la persona con la que formaste o formarás un hogar, para regalarle vida a los que son o serán tus hijos.
Cada uno de ellos, te dio la mitad de sí mismo, para formar, con la mitad que entregó tu otro progenitor, el ser completo que eres tú. Ya los dos son uno sólo en ti. Este milagro de la naturaleza te formó. Eres un ser humano maravilloso, gracias a esas dos mitades que se unieron para formarte.
La paternidad/maternidad es el acto más maravilloso de la naturaleza. ¡El acto que nos asemeja a Dios! ¡Crear vida! Es muy importante reconocer que los humanos, no nos hemos preocupado de completar el encargo divino. ya que un recién nacido no es la obra de Dios, es apenas el molde que Dios nos permitió formar. Dios no creó un hombre recién nacido, Dios creó a Adán y a Eva, adultos, con la capacidad de crear vida, discernir, sentir. Dios nos hizo para servir, no sólo para continuar la especie humana.
¿Qué significa la capacidad de dar vida? ¿Es simplemente la capacidad de poner la semilla para hacer otro ser humano? ¿Somos como las plantas? Sería en verdad absurdo que Dios nos haya dado la capacidad para crear seres humanos desamorados, que se vuelvan contra su propia creación, y al menos, eso es lo que parece, por lo que está pasando en el mundo. Creo que ésta es la forma como nosotros hemos malinterpretado el encargo de Dios.
La perversión del hombre lo está llevando a la absurda insensatez de querer impedir incluso la parte elemental de la procreación. La homosexualidad es el querer que ya no haya ni siquiera la posibilidad de reproducirnos como las plantas y los animales. ¿A eso llamamos avance de la ciencia? Pero vamos un poco más lejos: Analicemos un poco la segunda parte del encargo de Dios.