Pero políticos… Es, al parecer, lo que importa en este instante. Y, quién sabe, evitar así caer en la confusión. Pues, la espera con una lucha de años y años por coronar en un “gobierno de izquierda”, hasta cierto liderazgo, con mucha formación, encuentra en los sueños la realidad. Venezuela con los 15 años de Chávez y los 5 de Maduro impulsa este espejismo. Amén del coro entonado en primera voz por Lula en Brasil, Ortega en Nicaragua, Evo en Bolivia y el runruneo de segunda, en las voces de la Bachelet en Chile y Mujica en Uruguay. Pero la verdad, es otra y muy distinta. Es un caminar a paso de caballo chúcaro y por senderos casi intransitables. ¿Qué no? ¿O es que, acaso la miseria social, en estos países, no está más engrampada que antes en sus realidades?
Sin embargo, al grito de un candidato presidencial contra el imperio de USA, los aplausos suenan y resuenan, sin pedirle siquiera la partida de nacimiento… ¿Es que todo reside en saber alzar la voz desmesuradamente? Al menos, es lo que ahora hace Maduro en el afán de vender, a troche y moche, su populismo tan desgastado. Desgastado por la historia en Latinoamérica y, sobre todo, por su misma Venezuela. ¿O es que aun hay “despistados”, que no entienden, que el populismo no es otra cosa que el fascismo dictatorial y autoritario? El delirio de la arbitrariedad. •• Si no estás conmigo, estás contra el pueblo; si opinas diferente, estás contra la ley; Si hablas sin mi autorización, estás contra la justicia •• “Pues, que yo soy el pueblo, la ley y la justicia!”
En la angustia de la desesperación por mantenerse en el poder, el fascismo entrega viviendas a crédito indefinido, hace ferias alimentarias a precios de regalo, bailes callejeros con orquestas, atención hospitalaria a base de paracetamol… Mejor dicho, “pan y circo, para que el fascismo gobierne”. O sea, haga contratos con sobreprecio, construya edificios deslumbrantes pero innecesarios, aumente la burocracia con familiares y amigos, entregue las riquezas nacionales a cambio de las mejores coimas… ¿Y la producción agraria, con el apoyo económico y técnico al campesino, que sirve para que coma la población urbana? ¿Y el trabajo para la informalidad en la ciudad, resultado de la migración campo ciudad? Ni la producción ni el trabajo es interés vital para el populismo, pues no integra su programa ideológico, que solo es la arbitrariedad por la arbitrariedad!
¿Cómo es posible, entonces, que con tal panorama, casi retrato de Venezuela, haya quienes crean que el régimen chavista de Maduro es socialista? Esta ocurrencia es propiedad de Trump y sus seguidores. El chavismo es populista y el populismo es fascista! ⊕
Pensé que marco calderon tenía un criterio más decente y objetivo de la realidad americana, tanto del norte como del sur, tanto a nivel de poder y sometimiento como de realidades duras que la historia descarnadamente nos entrega