22 noviembre, 2024

Razones de peso en oídos sordos

La complejidad sociopolítica y la precariedad económica del país luego de doce años de socialismo son las dos grandes razones por las cuales un gran acuerdo nacional debería servir para trazar un camino de largo plazo hacia un desarrollo sostenible. Sin embargo, la actual fractura política entre el régimen y la sociedad, y la omnipresente coyuntura de la inmediatez conspiran contra cualquier visión de futuro. El actual proponente del diálogo no solo es un Gobierno débil y paupérrimo, tiene escasa credibilidad internacional, nula confiabilidad nacional, y carece de una mínima capacidad, no se diga voluntad, para enfrentar con practicidad el desafío de conducir una nación carente de brújula y perdida en el horizonte.

Los gobiernos enclenques usualmente proponen entablar diálogos con la intención de generar expectativas de cambio, pero con el objetivo final de sobrevivir a sus propias desaventuras endosando los problemas a otros. El régimen de Moreno, más allá de no ser la excepción, confirma la regla con amplísima holgura. ¿Por qué entonces alguien serio debería negociar con quien efectivamente ejerce el Gobierno, pero cuyo acceso a dicho poder tiene ribetes de fraude y padece de ilegitimidad cognitiva? ¿Qué es lo que finalmente propone el régimen?  Cuando el demagógico corto plazo político encuentre en la racionalidad económica el desvanecimiento de su írrita causa, las calles marcarán el punto de inflexión ante el cual el Gobierno no tendrá otro atenuante que rendirse ante la crisis causada por ellos mismos.

 

Artículos relacionados

El difícil tráfico en Guayaquil

Un par de antecedentes previos a indicar que sí hay soluciones para mejorar el tráfico en Guayaquil que te roba las dos cosas que son irrecuperables: Tiempo y Salud; por la contaminación.

Hace algunos años fui designado uno de las tres personas que debían proponer al señor Presidente de la República, cómo mejorar y modernizar nuestro Sistema de Control de exportaciones.

Nos reunimos y gran decepción me causó el que lo que llamaban “modernizar” era mover ventanillas, trabajar diferentes horas, y cambiar el color de las hojas de papel. Mi posición era otra: ¿Qué buscábamos en el momento? ¿De qué manera nos preparábamos para nuevos retos? Y blindar el método del mal uso. Huelga decir que presente mis excusas.

Rompo mi regla de mantenerme modesto, de no importarme que se roben mis ideas y logros para que otros se den coba. Esa rutina de mi vida me ha servido para dejar abierto el camino a tunantes que me han generado muchas traiciones.

Por el mismo camino

A través de la televisión se pudo observar la larga cola de vehículos ecuatorianos que cruzaban la frontera hacia Colombia en busca de toda clase de artículos, incluyendo comestibles más baratos, la […]

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×