El abogado Alexis Mera, asesor jurídico durante los 10 años de latrocinios del gobierno de Rafael Correa; era quien preparaba las leyes de acuerdo a los caprichos de su jefe, ordenaba a los jueces que no podían dictar sentencias contra el gobierno; disponía como deben actuar contra los «enemigos» del régimen, no importaba que no haya pruebas, las forjaban. Le acompañaba a Correa a los juzgados, junto a hordas de correistas pagados que vivaban al dictador y ofendian al «acusado», los jueces asustados y amedrentados ante la presencia del «ofendido», se allanaban a las ordenes dadas con antelación, a la farsa del juicio por el asesor juridico del mandamás que pedía 80 millones de dólares como indemnización porque su honor había sido «ultrajado» por un columnista del diario El Universo; igual pedía 10 millones de dólares a dos periodistas que habían escrito un libro -El gran hermano- en donde demostraban los negocios con el gobierno de su hermano, así podemos seguir enumerando los abusos que cometía Mera. No había la menor preocupación de parte de este oficioso y servíl abogado, la impunidad estaba garantizada, el gobierno del la revolución ciudadana iba a durar 300 años.
Mera estaba en todas, los proyectos de ley que mandaba a la obsecuente Asamblea, no tenía objeciones, una mansa mayoría aprobaba todo lo que enviaban de Carondelet. El tema relacionado por el capitán de la Marina Edwin Ortega, que tuvo el «atrevimiento» de contestarle una carta que había enviado el «generalísimo» Correa a sus «queridos soldados», hizo las siguientes declaraciones:
«El presidente (Rafael Correa) presentó un recurso porque han vulnerado sus derechos constitucionales», ha argumentado Mera en referencia a las decisiones del Consejo de Disciplina de la Armada Nacional, que dejó sin sanción a cinco de sus miembros, entre ellos el capitán Edwin Ortega, acusados de faltar el respeto al Presidente Rafael Correa. «Han considerado que el presidente no es jefe de ellos; en ese espíritu de cuerpo y con el ánimo de ayudar a cierta galladita de marinos injuriadores, se les ocurre el absurdo argumento de que el presidente no es jefe de ellos».
Luego, de terminada la pesadilla de los 10 años de saqueo de la, esa si, «galladita» de delincuentes; Mera, acudía a los juzgados a seguir defendiendo a su jefe, no tenía ninguna preocupación, este abogado no había dejado ninguna huella que pueda aparecer como prueba de sus trafasias pseudo legales; no hay crimen perfecto. Frente a las evidencias que pesan sobre él y las declaraciones hechas por una de la asesoras y persona de absoluta confianza de Correa, hoy presa, que eran secreto a voces, ahora pide el debido proceso.
El inmisericorde saqueó que ha sufrido este país empobrecido por estos delincuentes, debe pagar toda esta «galladita», en forma especial el capo mayor llamado Rafael Vicente Correa Delgado y sus cómplices y encubridores que todavía andan sueltos.
Siguen saliendo y, si no se detiene la hemorragia de delaciones ( por aquello de “paga tu para librarme yo”) seguirán engrosando los de las “manos limpias” . Muy buena su banderilla en medio de los omoplatos del bestia del ático.