24 noviembre, 2024

El respeto: Una autopista de dos vías

Creo que es necesario aclarar las cosas y llamar pan al pan, y vino al vino.

Con la excusa de la igualdad, se está intentando destruir a la familia, al orden establecido, a la moral y a la tradición.

Es cierto que existe un reducido grupo de personas homofóbicas. En lo particular tratando de entender este problema, he llegado a pensar que homofóbica es la persona que tiene miedo de ser homosexual y como defensa, manifiesta su aberración a los homosexuales. La persona normal, que no tiene ese complejo, tolera sin problema a los homosexuales, porque no tiene miedo a caer en las redes de la homosexualidad.

Ahora estamos enfrentando un problema con lo del orgullo gay, que salen a exhibirse por las calles, la gente los ve y los tolera y, si ellos quieren manifestarse así, están en su derecho, siempre y cuando respeten el orden establecido y la moral.

Lo que es grave, es que personas desadaptadas quieran imponer, por la fuerza, o cuando están en el poder, su forma de pensar, a mi modo de ver, errada y obligar a que los demás, tengamos que aceptar como ley lo que ellos piensan. A nadie obligo a pensar como yo, pero tengo el derecho de pensar como yo creo y que nadie me obligue a pensar o a hacer lo que no quiero o deseo.

El adoctrinamiento en las escuelas, por medio de clases y textos tergiversados, que ya existen en otras partes y que están empezando a usarse aparentemente en el país, el ataque a las manifestaciones religiosas tradicionales, por irse contra el orden establecido y la moral, el ataque que ha habido en otras partes a Iglesias y a sacerdotes son señales de desadaptación. ¡Si queremos ser respetados, debemos respetar! El respeto es de dos vías. Creo que a un ladrón o a un asesino se lo debe respetar, pero eso también debe tener un límite. Nadie, por ninguna circunstancia debe quitar la vida a otro ser humano. Me cuestiono si a un asesino contumaz y repetitivo, se le debe respetar la vida. No creo que nadie merezca la muerte y menos por venganza, porque él no le respetó la vida a otro, pero si es un peligro para la sociedad, es la justicia la que debe indicar la forma de proceder.

Me preocupa mucho lo que está ocurriendo en Ecuador y en el mundo. ¡Ahora, los pájaros disparan contra las escopetas! La libertad se ha convertido en libertinaje y las minorías, que siempre existieron, se creen con derecho a imponernos a nosotros, la mayoría, su estilo y forma de vida, y peor aún, quieren destruir la Institucionalidad establecida de la moral y las buenas costumbres, por el adoctrinamiento a nuestros hijos en las Escuelas. No les critico su forma de vida, cada uno es libre de vivir como mejor le convenga, siempre que respete las normas establecidas, pero ellos también deben respetar la forma de pensar de los otros. La vida actual tiene un gran defecto. ¡Nos hemos olvidado de nuestros hijos! Ambos padres trabajan y los niños, si no tienen la suerte de tener abuelos conscientes que puedan tenerlos a cargo, están siendo abandonados a su suerte. La errada educación sexual que se les da los lleva a experimentar una vida sexual temprana, que en muchos casos pasa a ser destructiva para sus mentes. El querer permitir el asesinato del no nacido porque no me conviene tenerlo y mi cuerpo debe ser libre,  el hacer que un niño crea que tiene derecho a discutir el sexo con el que nació, el hacer creer a los niños y adolescentes  que las drogas no tienen efecto negativo en sus vidas para poder convertirlos en esclavos de ellas, por su adicción, son algunas de las cosas que están ocurriendo en los momentos actuales y que están destruyendo el hogar y la familia.

¡Los padres deben reflexionar! La competencia y el ansia de poseer han minado la mente del hombre. ¡Ahora es mucho más importante el tener que el ser! ¡Por la plata baila el perro, por el oro, perro y perra!

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