Gracias a la prensa escrita, radiada y televisiva, cientos de usuarios han podido reclamar escandalosas alzas en las tarifas eléctricas, del último mes. Van desde el 40% hasta el 200% de aumento en ciertos casos, sin justificación alguna, y sobre todo sin tomar en cuenta la rebaja del consumo que por ley, los habitantes de las provincias de la Costa tenemos en la época de invierno, de mayor calor en el año.
Los hogares humildes prenderán un ventilador en su(s) habitación(es) y los de mayores ingresos prenderán el acondicionador de aire, por una o dos horas o más, por las noches, para neutralizar el calor en ciertos días, propios del invierno, de las lluvias y librarse de los mosquitos etc, que procuran a los costeños un mejor sueño (climatización lo llaman).
También, vi y escuche al representante de la empresa pública, dar explicaciones, de las más alegres y confusas.
Entendí, que habían contratado una empresa (¿trucha o inexperta?), (no lo se?), que en unos casos había acumulado planillas eléctricas, de la temporada invernal, pero que en todo caso, aceptaba que se trataba de errores, No dijo si de buena o mala fé.
Más sorprendente, fue lo dicho por este funcionario público, que estaban dispuestos a corregir tales errores, pero, sólo a quienes hagan el reclamo, por escrito y acompañado de los documentos que prueben tales indebidas alzas.
Buena esta la cosa !!!. Los ocupados, los que pierdan los recibos de pago y los que no quieren perder el tiempo, pagarán lo que se les ha facturado!!!.
El “Defensor(a) del Pueblo”, que parece que sí tenemos, se ha puesto del lado de los reclamantes perjudicados, en buena hora, pero, tal reclamación tendrá sus frutos, tarde, mal o nunca.
No han subido las tarifas de ley, dijeron, pero que subieron los consumos, subieron, no hay duda alguna.
Si la empresa pública, reconoció públicamente que hubo errores, de la empresa contratada para la lectura de los medidores, lo lógico era que dejen sin efecto las planillas emitidas, con el alza desmedida o no tan desmedida, sin más, justamente por contener errores, y facturar nuevamente, desde que se detectó el “error de buena fe”, por cuanto el error de mala fe, equivale al DOLO, y éste, es penado por la legislación vigente. (Siempre lo fue y lo será).
El Fiscal del Guayas, si el problema es solo de esta Provincia o la Fiscal General, si se trata de una extensión mayor, deberían actuar y abrir una exhaustiva investigación al respecto, sobre todo si se ha anunciado que la empresa (Corporación eléctrica) está dentro del número de empresas públicas que están en proceso de venta o de concesión a empresas privadas interesadas en adquirirla o concesionarla.
Por encima de las penurias fiscales, está la seriedad institucional y sobre todo el bolsillo de los ecuatorianos, cuyos ingresos, por las razones que hayan sido, se han visto disminuidos y la ayuda, (préstamos), externa está llegando a cuenta gotas y quizás en julio, llegue un nuevo desembolso del F.M.I., que le dará un cierto respiro económico al gobierno.
“No por mucho madrugar amanece más temprano”, dice un viejo refrán.
Dejemos atrás esas prácticas del pasado y enderecemos la brújula del Gobierno, hacia un norte de bienestar, de seriedad y de esperanza.