“Si una sociedad libre no puede ayudar a sus muchos pobres, tampoco podrá salvar a sus pocos ricos”.
“Acomodarse con la pobreza es ser rico, se es pobre, no por tener poco, sino por desear mucho.
No consiste la pobreza en poseer pocas cosas, sino en dejar de poseer otras muchas”.
“La ciudad no es una jungla de hormigón, es un zoo humano”.
“Todos tenemos nuestra casa, que es el hogar privado; y la ciudad, que es el hogar público”.
Son muchos y muy variados los problemas de las grandes ciudades. Esta reflexión se enfoca en los principales que afectan a las personas más de cerca.
El primero, es la pobreza que crece por la falta de trabajo, por las migraciones internas de cada país y por las que suman miles que llegan de otros países. Estas migraciones en muchos casos hacen de las calles sus hogares, su mundo al que pertenecen en las ciudades, pero como pobres. Para enfocaros considero esta breve definición de la pobreza: “La pobreza es la carencia de algo necesario”.
Así tenemos que miles de los habitantes de las grandes ciudades, y en otras de varios tamaños, carecen de vivienda, agua potable, tratamiento de aguas residuales, canalización, vías y calles de comunicación, salud, educación, alimentación, recolección de basura, transporte público y la larga lista que son cosas y servicios conocidos.
Lo crítico es que en estas zonas se están dando casos de graves enfermedades contagiosas que pueden afectar a todos los habitantes de las mismas ciudades.
Si a esto sumamos la delincuencia, el consumo y tráfico de drogas, la prostitución, el crimen, las frecuentes congestiones de tráfico, el analfabetismo, entre otros males, vemos que las ciudades están siendo sitiadas, perdiendo su atractivo y ante los frecuentes desastres naturales, lluvias e inundaciones, terremotos, tifones, etc., van perdiendo atractivo y su crecimiento y diseño cambia al formarse desarrollos urbanos cerrados con controles de seguridad, haciendo que se conviertan en archipiélagos humanos habitacionales que fraccionan el concepto de hogar público, como expresó en su día el ya fallecido alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván.
Las grandes ciudades y muchas de otros tamaños a lo largo y ancho del mundo, tienen déficits y algunas están al borde de la quiebra.
Considero además que si no hay educación con valores para todos y no solo para combatir el analfabetismo, tenemos ya serios problemas de comunicación, información y gestión ante las nuevas tecnologías y las que se suman día a día, con los analfabetos informáticos y sus opciones de trabajo.
La revolución industrial trasformó entre otras cosas la agricultura, pero creó puestos de trabajo en las fábricas y absorbió mano de obra. La actual revolución de las nuevas tecnologías, elimina puestos de trabajo y, en su desarrollo, sumará muchos problemas más en nuestras ciudades.
Considero entre otras razones que por ello se quiere reducir la población mundial a cualquier precio y con muchos procedimientos muy criticados y cuestionados.
Estamos en una situación muy crítica a nivel mundial y podemos esperar de todo con diversas variables por países y sistemas, como las que impuso China con el hijo único, que cobró millones de vidas.
El progreso avanza y la pobreza le sigue al mismo o mayor ritmo y velocidad.
Cada cual reflexione cómo sobrevivir los enormes cambios que se están dando en nuestras ciudades y países.
