21 noviembre, 2024

Revoluciones positivas y revoluciones negativas

“¿Queréis revolución? Hacedla primero en vuestras almas” –  presidente José María Velasco Ibarra 

Hay una frase muy antigua de uno de los grandes pensadores asiáticos: “Quien planta árboles, sabiendo que nunca se sentará a su sombra, ha comenzado a comprender el significado de la vida”. Básicamente lo que nos plantea es que debemos hacer el bien a los demás sin esperar nada a cambio. Posteriormente apareció un hombre, quien cambió la manera de pensar de la gente cuando dijo que hay que hacer el bien incluso a quienes nos hacen el mal; amar incluso a quienes nos odian. Me refiero, por supuesto, a Jesús de Nazaret quien para muchas personas es Dios e hijo de Dios, para otras es una gran inspiración, para otras un personaje muy importante en la historia. Pero nadie discute que fue un filósofo revolucionario que cambió a la humanidad para siempre. Una revolución basada en el Amor. Una revolución positiva que busca el bien común.

En nuestro país, lamentablemente, hemos tenido muchas revoluciones, pero en su mayoría han consistido en un caudillo temerario, con un ego espantoso, que genera división en los ecuatorianos. Gobernantes que odian a los gobernados. Utilizan teorías negativas como la de ¨divide y conquistarás¨. Revoluciones basadas en el odio.

Pasamos hace poco por una. Todavía queda el eco de los gritos de “mételo preso, mételo preso” de una Ministra ordenándole a la Policía Nacional que le quite su libertad al hombre que les abrió la puerta en una camaronera, y que no tenía ni idea lo que estaba pasando. O las nefastas palabras de una presidenta de la Asamblea que decía que los ecuatorianos con dinero debían comer heces fecales. Peor aún los sábados donde los insultos salían como balas de metralleta. Estos son poquísimos ejemplos del odio y división de la ¨revolución¨ última que pasamos. Una revolución nefasta. No buscó el bien común, sino dividir a los ciudadanos, el bien de unos y el mal para otros.

Así es que si queremos una verdadera revolución, un verdadero cambio, empecemos por cambiar nosotros mismos, como lo dijo Velasco Ibarra. Busquemos la unión y no la separación; elijamos el amor y la caridad, y no le odio. La paz y no confrontaciones infructuosas, que buscan sacar ventaja a costa de otro, o que se dan por algún mal manejo de la inteligencia emocional. Respetemos el puesto de los demás en una fila. Estudiemos y preparémonos más para que el país pueda salir adelante económicamente. Busquemos relaciones ganar-ganar. Cambiemos primero cada uno de nosotros y afrontemos el reto de mejorar buscando el bien común. Ahí tendremos la revolución positiva que merecemos. Ya no queremos politiqueros que ofrecen y dan falsas esperanzas al pueblo, en todo nivel.

Queremos un país donde los ecuatorianos cada día se preparen más para poder salir todos adelante.

 

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1 comentario

  1. VELASCO IBARRA Y EL BIEN COMUN? ACASO OLVIDA QUE EN EL VELASQUISMO SE INCREMENTARON GRANDES FORTUNA DE POCAS FAMILIAS TANTO EN QUITO (ACOSTA, GRANDA CENTENO) COMO EN GUAYAQUIL (LIBANESES, ITALIANOS, ESPAÑOLES) Y EN CUENCA.

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