El poderoso Putin actúa sin importarle la crítica de nadie (Afganistán, Crimea-Ucrania, Chechenia, Georgia, Siria, Venezuela…, a Europa la divide, cooptó la ONU y Bachelet fue a ayudar al criminal Maduro, la eurodiputada B. Becerra le dijo: “Títere que naturalizó el terror tan aberrante que se vive en Venezuela”).
Putin tiene armas galácticas y con su partner el dragón Xi, vigoroso en lo militar y más en lo económico; apuntalan a Maduro, si cae, pierden el paraíso llanero y avanzada contra EE.UU. y América, cómplice muda de la tortura y asesinato del capitán R. Acosta, lo mismo que los 54 países con el “diálogo de sordos”, desde 2014 ninguno dio resultados y camino a los 6 meses – 23 de enero – se consolidan con los “militares rusos y cubanos”, milicianos, colectivos, ELN, tupamaros, Hezbolá, la delincuencia y mercenarios extranjeros; amenazan con la radicalización de la revolución, ¿otra Cuba o Siria?
Pero, lo más increíble es el ataque a la democracia del águila con políticos socialistas, guerra de medios propios y financiados, caravanas políticas y en las mismísimas “elecciones-2016”. La Trama Rusa perjudicó a H. Clinton que podía ganar. ¿Y aún sin tener nada que ver Trump, podría estar condicionado ante Putin? Decidido y delirante contra Huawei, Maduro, Kim Jong Un e Irán (aliado ruso que derribó un dron-águila de USD 130M). ¿Trump sin aliados fuertes duda, recula y flaquea cuando el oso Putin y el dragón Xi hablan y se juntan? ¿Taiwán en la mira de Xi y Hong Kong de gana pide libertad? ¿Putin, amo en Siria? ¿En peligro la seguridad de EE.UU. y América con la criminal tiranía “castro-rusa-madurista”?