El Ecuador es un país conflictivo por excelencia. En los 10 años que duro el gobierno autoritario de Correa la trasformación fue brutal desde todos los puntos de vista.
De una isla de paz como nos jactábamos de ser pasamos a la intemperancia. El mal ejemplo que implanto Correa y sus más cercanos seguidores calo fuertemente. La corrupción, el tráfico de drogas y su consumo, el sicariato consecuencia de permitir el libre tránsito por nuestras fronteras, termino haciendo del Ecuador un país conflictivo y hasta peligroso.
El daño ha sido de tal magnitud que no se logra remediar pese a los esfuerzos que se realizan. El gobierno de Moreno por momentos parece tener buenas intenciones, no obstantes hay mensajes contradictorios en el interior de sus colaboradores.
Por el lado de la Asamblea el caos parece ser lo que predomina. Las diferentes tendencias y los intereses particulares hacen que temas sin importancia tomen la agenda diaria. Los correistas están a la cacería de nimiedades para armar un escándalo. Como lo del arroz verde que no termina de reventar sin permitir ver el fondo donde está el cocolón.
Mientras en otros países el caso Odebrecht es un asunto en manos de la justicia, en el nuestro la Asamblea le sigue dando vueltas lógicamente con la complicidad y las correístas que buscan hacer del agua lodo. Hasta tanto los capos se pasean campantes con la inmunidad parlamentaria y el mayor de ellos fue devorado por la tierra en Bélgica.
Los problemas políticos y de corrupción nos tienen sumergidos en el caos. Diariamente surgen nuevas denuncias que escandalizan haciendo un daño irremediable tanto en lo interno como en lo externo. Lo del cura mentiroso es una vergüenza, pero lo es más aún que sea apoyado en su interior por los correistas.
Los aportes insignificantes por ahora a la campaña de Alianza País van siendo revelados por la Presidenta del Consejo Nacional Electoral en una jugarreta que intenta crear un conflicto que distraiga la atención del país frente a la corrupción.
Las declaraciones llenas de ingenuidad por parte del ministro Pérez indicando las peticiones de cargos públicos por parte de algunos asambleístas, dio un nuevo motivo a las correístas que ya hablan de juicio sino no da nombres, como si tales peticiones se realizaran en papel membretado dejando en evidencia su corrupta pretensión.
El Ecuador parece una nave sin rumbo. Los conflictos muchos de ellos credos a propósito no permiten trazar un derrotero que de confianza de llegar a puerto seguro. Mientras tanto los problemas económicos y el desempleo se agudizan.
Asi es todo se trata de una cortina de humo, ante la crisis social, economica pretenden desviar la atencion; esperemos que entre tanto circo no nos sorprendan con medidas castigadoras por quienes nos «prestan de buena fe» para que el gobierne salga de apuros ante sus compromisos politicos heredados.
Los que fungen que nos gobierna, cual titeres de la demagogia heredada y solapada
Hasta cuando Pais, en que momento dejamos que nos pase lo que estamos aguantando?