“En la naturaleza no hay recompensas o castigos: hay consecuencias”.
“El que antes de su muerte ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente”.
“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera”.
Esta es una reflexión y un angustioso llamado a la humanidad para que tomemos conciencia y actuemos con carácter de urgencia todos los habitantes del planeta, ante la gravísima situación de nuestro hogar común, la Tierra.
Cada vez son más frecuentes y dramáticos los fenómenos naturales que afectan transforman y destruyen nuestro planeta, son los desesperados esfuerzos y llamadas de la Madre Naturaleza para que rectifiquemos nuestros comportamientos y comprendamos que nos estamos suicidando al asesinar a nuestra Madre Naturaleza con nuestro irresponsable y brutal materialismo y consumismo.
Les recuerdo a los que ya lo conocen, e informo a los que no, acerca de las agresiones y venenos con que contaminamos nuestro planeta y los años que tardan en degradarse:
Colillas de cigarrillos 10 años, sorbetes (pajita) de plástico 100 años, latas de aluminio 10 años, bastoncillos de plástico para los oídos, 300 años, vasos de plástico 75 años, cubiertos de plástico 100 años, bandejas de porexpán 500 años, bolsas y botellas de plástico común 150 años y de PET 1000 años, pilas entre 500 y 100 años, botellas de vidrio 4000 años, compresas femeninas 200 a 300 años.
Una pila de mercurio puede contaminar 600,000 litros de gua, una de zinc-aire 12.000 litros, una de óxido de plata 14.000 litros, una pila común 3.000 litros.
Los envases de tetrabrik 30 años, los encendedores y sus piezas más de 100 años y concluyo con lo más común, los chicles 5 años.
Estos ejemplos, de los que faltan muchos más, no solo afectan y matan a los humanos, lo hacen también con animales y plantas, de los muchos que también nos alimentamos y envenenamos como comento a continuación.
Contaminamos con 8 millones de toneladas de plástico cada año, arrojándolas a los mares del mundo, además del petróleo, sus derivados y varios productos químicos.
Antonio Gutiérrez, Secretario de la O.N.U. en la Cumbre del G7 de año 2018 expresó: “El plástico mata la vida marina y perjudica gravemente a las comunidades que dependen de la pesca y el turismo”.
Pero no solo eso: Las partículas más pequeñas, los micro plásticos, inferiores a los 5mm de diámetro, ya forman parte de nuestra dieta habitual: los contienen los alimentos y el agua potable, tanto del grifo como embotellada, (ésta en mayores proporciones). Es decir, los comemos y bebemos y respiramos y aun no sabemos que impacto tendrán nuestra salud.
De la cifra de los 8 millones de basura plástica que arrojamos al medio ambiente cada año, entre el 15% y el 31%, son los susodichos micros plásticos.
Para los lectores que quieran ampliar y profundizar los conocimientos sobre los micro plásticos les proporciono el link a un artículo muy completo:
La situación es muy grave y la naturaleza nos castiga con avisos y sanciones graves, frecuentes y cada vez más intensos, los fenómenos de la naturaleza, terremotos, inundaciones, huracanes, erupciones volcánicas, tsunamis, etc.
Así la plaga humana se auto eliminará por su soberbia, materialismo, codicia y consumismo, arrastrando a pueblos ancestrales con cultura, amor y cuidado de la madre naturaleza, con la que han convivido mucho siglos.
Cada cual y en su conciencia, reflexione y actúe.