Esta viuda, en verdad era muy alegre y tenía un plus adicional, era dueña de una gran fortuna. Por ello, tantos pretendientes, que querían casarse con ella “por amor”, pero que ella los rechazaba, a algunos, indicandoles que lo que querían era su fortuna.
Lo simpático de la obra, es que tenía un fondo nacionalista, pues, temían que la Viuda, se casase con algún francés y quede la fortuna en otro país, o en manos de algún “Cazafortunas” extranjero.
El dinero se iría a Francia y el poblado de español quebraría. .
Una disimulada ironía a los nacionalistas españoles. Pués, tal “sacrificio”, -el de casarse con la “Viuda”-, lo hacían “POR AMOR A LA MADRE PATRIA”.
Finalmente la viuda, lanzó al aire la bola de que había perdido su fortuna, con lo cual, sus aspirantes al matrimonio, se evaporaron, salvo uno, que si se enamoro de verdad de ella, sin importarle si era o no millonaria y ella lo aceptó, aclarando que en verdad ya no tendría dinero, por cuanto, todo su fortuna pasaba a manos de su nuevo cónyuge.
En el fondo la obra musical, es una crítica a realidades, que suceden no solo en España, sino en cualquier parte del mundo.
En el Ecuador, conozco más de un caso, de viudas -no alegres- que se volvieron alegres y que no les fue bien, por cuanto, lo que querían sus pretendientes era su dinero, no su amor.
La obra corresponde al Alemán Ejard, que se desarrolla en tres etapas de ½ hora cada una, con intermedio, para el descanso y la ingesta de alguna bebida en el bar del Centro del Arte.
Bajo la Dirección de la Escuela de Formación Artística de este género -Opera-, concebida, bajo la batuta de la creadora de la Fundación Parra, a cargo de la Soprano Beatriz Parra y de su hija Beatriz Gil Parra.
Se lució la Orquesta de Cámara del Colegio República de Francia. El vestuario femenino, muy elegante. Calcule por lo menos, la participación de 50 actores, alguien me corrigió, son 70.
El papel de la Viuda Alegre, lo interpreto, una bellísima argentina y entre los principales actores constaban algunos colombianos y ecuatorianos.
Bien por la Ópera guayaquileña, que está adentrándose en el gusto del público de Guayaquil.
Debemos apoyar con nuestra presencia actos de este nivel cultural, a un costo para la 3era. edad, de regalo.
Felicitaciones a auspiciantes y colaboradores.
Fue una noche de ensueño.
