21 noviembre, 2024

Los Angeles de luz del Dr. Pasailague

Los “Angeles de Luz”, según el Dr. Pasailague, son cuerpos puros e invisibles que habitan en el mundo, para guiar, orientar y proteger a los seres humanos, algo semejante, a los “Ángeles de la guarda”, de los católicos. Él no los consideraba similares y yo no alcance a detectar la diferencia entre uno y otro “ser” sobrenaturales.

El articulo me encanto. He leído a muchísimos articulistas de los diarios guayaquileños, a muchos de ellos, -me gusta leerlos-, pero, esta entrega del Dr. Pasailague, fue extraordinaria.

Mencionó algo, que yo desconocía, “que nuestras madres, cuando fallecen, se convierten en Ángeles de Luz”, al igual que los otros ángeles, pero su papel protector y de guía, es especialmente para sus hijos y los suyos. Mi hermano y yo, lo hemos sentido.

Solo, el dolor tan fuerte como la pérdida de su madre, días atrás, -Q.E.P.D-., y -de Dios goce-, pudo haberlo inspirado a escribir tan bellísimo artículo periodístico.

Al Dr. Pasailague, lo conozco, siempre me pareció una persona extraordinaria. También conocí, de niño, a sus padres: Don Ernesto y Doña Manuelita, dos seres igualmente maravillosos y muy llenos de bondad. Don Ernesto, era conocido por todos como “El viejo Pasailague”, (Paisley), desde muy joven, no sé la razón. De soltero era muy buen amigo de mi padre. De grandes conversaciones y tertulias.

El “Viejo”, quería muchísimo a mi hermano Vitamino, de niño. Me contaba mi hermano, que lo llevaba, a pasear en su motocicleta y ya muy mayor, Dn Ernesto, lo iba a visitar a su empresa en Guayaquil; lo abrazaba y lloraba.

Esta anécdota me la comentó, el Domingo pasado, en nuestras tertulias domingueras; él, (mi hermano), también había leído, el escrito del Dr. Pasailague, por supuesto, le encantó.

Alguna vez leí, que quien ayuda económicamente a sus padres, en especial a su madre, Dios le devuelve mucho más, de lo que gastó en ella. Conozco mucho casos.

Desgraciados, los hijos que no aman a su madre, que no la visitan, que no la llaman, que no la cubren de besos, que no la engrien.

Habrá que recordarles que ese ser, les dio existencia humana, que los formó en su vientre por 9 meses y que los alimentó con su sangre. Sólo, este acto de generosidad, es más que suficiente para amarla por el resto de su vida.

Y cuando mueren, visitarlas en su última morada, llevándole, aunque sea una rosa, esa flor que tanto les gusta a las mujeres, que a lo mejor, en vida, omitimos, llevarle una, el dia de su cumpleaños.

Que los hombres que aman a sus madres (por extensión, esposa e hijas), reciban todos los bienes en la tierra, para que cuando mueran se encuentren con ella o ellos.

“Porque, los que aman a sus padres, de ellos será el Reino de los Cielos”.

Artículos relacionados

Mis nietos

Dios nos ha dado el privilegio de tener 9 nietos: 4 varones y 5 niñas. Me encanta su personalidad y forma de pensar. A mi me dicen Abuelo -a secas-. Salvo Natty […]

Ojalá que llueva café…

A ratos, nuestras vidas; un tanto confundidas, se aferran a cierto tipo de fantasías y supersticiones, propias del incansable trajinar por lograr días mejores, lo cual nos permite anhelar lo que creemos que por ley nos pertenece. Esto es, una vida mejor, una vida llena de prosperidad, que a la gran mayoría de ecuatorianos les permita incluso ya no tener que ir a la tienda del barrio a solicitarle al vecino, dueño de la misma, les fíe cierta cantidad de alimentos, hasta que llegue la quincena o el fin de mes, para así poder “parar la olla”, para que nuestros hijos tengan algo que comer para ese día, aunque lo que se venga luego, aquello será resuelto en su momento, pues no hay capacidad para más.

Son muchas las circunstancias envolventes un 31 de diciembre a las 12 de la media noche, son muchos los sueños y esperanzas que nos mueve a convencernos que comiendo las 12 uvas, saliendo a pasear por la cuadra del barrio con equipaje al hombro, quemando un muñeco y haciéndolo tronar hasta más no poder, besando y apretando hacia nuestro corazón el retrato de la novia o el novio, etc, es aquello, más o menos, asegurar una mejor alternativa para el año venidero.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×