Ustedes nuestros cientos de alumnos y nosotros, sus maestros; estamos esta mañana, rindiendo homenaje a la Lectura, en expresiones orales: tanto académicas, como poéticas, y artísticas
Homenaje a la lectura que significa homenaje a la palabra, que tiene tantos conceptos: desde el etimológico, al académico y costumbrista; como expresión de paz, ternura y rebelión…
Pero que en si, es un don humano expresado en todos los idiomas del mundo, y más que esto; cuando decimos don humano, es la expresión del hombre desde el primer llanto de su nacencia, que se va convirtiendo en palabras, pasando por su primera expresión silábica-bendita del má!…¡má!… en el pecho de su madre o el… ¡pá!… ¡pá!… ante el beso de su padre; para llegar a la palabra del lenguaje idiomático universal…
Y entonces, la expresión verbal o escrita que une a todos los hombres del mundo: ¡la palabra!
La palabra poética o en prosa: de amor, ternura o rebelión o aquella otra científica o académica que engrandece al hombre en su conocimiento: desde el a-b-c-, a la Ciencia cuántica y planetaria que estamos viviendo
¡Bendita palabra! ¡Impresa en los millones y millones de libros, escritos para la lectura de toda la humanidad!
Y es que – ¿Qué sería de la humanidad sin el libro, que viene existiendo desde que la imprenta lo hizo tangible en formatos de papeles impresos y empastados en diferentes volúmenes-desde el de bolsillo, hasta los enciclopédicos- para que el hombre de todas las edades practique la bienaventuranza de la lectura; aún en el presente, cuando la pantalla electrónica, nos resta la tangibilidad física, de tomar el libro en nuestras manos, acariciarlo… sentirlo o rechazarlo…
Por lo que nosotros, como seres humanos-con inteligencia para pensar, corazón para amar y fuerza de voluntad para luchar y vencer, – no permitamos jamás que sucumba la palabra escrita o proyectada para que viva por siempre el don preciado de la lectura.
“Por la paz del mundo”