La propaganda del Gobierno se vuelve contra él mismo porque la demagogia va en contra de la razón. Un periodista, al hablar de la falta de cupos en los colegios de la capital, acusaba equivocadamente al Gobierno de discrimen, diciendo: ¿No es discrimen escoger primero a los alumnos con promedio sobre 18? Yo respondo: ¿Es que acaso porque la educación ya es para todos, no debe haber prioridades? El alumno más destacado se ha esforzado más y merece reconocimiento y poder elegir prioritariamente el sitio donde va a estudiar.
Si el Estado promete educación gratuita y de calidad, o si promete salud gratuita y de calidad, tiene que cumplir con lo que promete. Desafortunadamente la infraestructura que posee el país en ambos campos, es deficitaria, lo que obligará al Gobierno a buscar becar en Colegios particulares o atender en Hospitales privados que tengan buena calidad de maestros y de personal de salud, para que suplan lo que el Gobierno por limitación de infraestructura no puede brindar todavía.