Ecuador es un país de trámites, casi todos inútiles, muchos tienen como fin pegar una mordida. La tramitología es prima hermana de la corrupción. Se ponen dificultades para vender facilidades, sistema que se practica en las instituciones ecuatorianas.
No me referiré a las “gestiones “en las que a diario estamos inmersos; tratare sobre el apoyo que se debe dar a la propuesta de eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social que impulsa el Comité por la institucionalización de la Democracia cuya cabeza visible es Pablo Dávila.
Con la aprobación de la Corte Constitucional y la entrega por el Concejo Nacional Electoral de los formularios para la recolección de firmas, se inicia una de las etapas institucionales más importantes para el país; enterrar definitivamente el daño que generaron por una década los pillastres de la mal llamada revolución ciudadana con el dictador a la cabeza.
La eliminación del CPCCS debe ser de raíz y sin mucho tramite como se dice vulgarmente. Por desgracia parece que no será así, la tramitología complica el resultado. El dictador dejo minado el camino, con el mamotreto de Montecristi.
Algunos Asambleístas de País y los morenistas con su Presidente a la cabeza promulgan una Reforma Parcial que considera entre otras cosas el restringir atribuciones para designar autoridades. No cabe tal proposición, ya que es como dejar vivo al monstruo para que siga jodiendo. Además, ¿Se lo mantiene para hacer qué?
La reestructuración del legislativo a un sistema bicameral, con 30 Senadores y 124 Asambleístas es una muy buena opción, luego de experimentar por algunos años la olla de grillos y grillas que es la actual Asamblea. La experiencia ha sido funesta.
La independencia y autonomía de la Fiscalía es de vital importancia para la persecución efectiva de los delitos, incluso aquellos que se comenten por funcionarios del Estado. Si se pudiera reestructurar todo el Poder Judicial y salir de tanto ignorante, sería lo ideal.
Es necesario el apoyo de la ciudadanía en lo que a la recolección de firmas se refiere. Luego de ello se dará la calificación de las rubricas en el CNE quien notificará a la Asamblea para tratar las Reformas; será entonces donde el peligro se hará latente por la politización, la influencia y el caos de la gente del dictador. Hay que estar pendientes para respaldar y que se aprueben sin mucho tramite.
