21 noviembre, 2024

El mapa genético

El mapa genético abre ilimitadas posibilidades para el entendimiento del verdadero papel de la raza humana.

El libro cromosómico de la vida, hace revelaciones sorprendentes como la de que el ser humano a pesar de su complicado desarrollo evolutivo y la alta sistematización de su sistema nervioso central, tiene apenas dos genes más que los de una mosca.

Por genoma entendemos el código genético necesario para la creación de una creatura viva, sea vegetal, animal o humana.

El ADN es una secuencia de moléculas de fosfato y azúcar en forma de una cadena de doble hélice, compuesta por eslabones interconectados.

Este maravilloso descubrimiento ha demostrado que los seres humanos somos más similares de lo que se creería y también más próximos al resto de las criaturas de lo que nunca se había pensado.

Todas las características y el mismo funcionamiento de los humanos, al igual que cualquiera de los seres vivientes del universo, están descritos en su ADN.

El hombre tiene aproximadamente 3.000 genes.

No mucho más de los que tienen un ratón, un gusano o una mosca.

No es un organismo tan especial como se pensaba. Comparte un numeroso material genético con el resto de los mamíferos y también con microorganismos tan simples como la levadura.

En esencia, una migaja de pan tiene material genético similar a cualquier espécimen de la raza humana.

Su diferencia estriba en cómo está colocado el mismo material genético en la secuencia de la cadena.

La importancia de este descubrimiento es lo que en sí mismo significa y está dado por el uso que se le dé.

El análisis de esta información servirá para efectuar tratamientos mediante el manipuleo genético, contra enfermedades que son incurables.

Enfermedades como la esquizofrenia, podrá ser evitada al detectar en el feto la presencia del gen que la causa y mediante su manipuleo o extracción, evitar que el ser que nazca no tenga esta enfermedad.

También servirá para personalizar la medicación que se les da a los pacientes.

También se usará para entender como el hombre ha evolucionado desde lo que era, hasta el ser altamente especializado que es hoy.

Esta información nos demuestra que todos los seres en definitiva; estamos compuestos por la misma materia, obedecemos a las mismas leyes físicas, despedimos la misma energía y somos  iguales en nuestra estructura.

Por la mayor información que se obtiene cada día, los humanos tendrán mejor comprensión de los fenómenos de la naturaleza y especialmente para sí mismo. El terrícola del futuro no tiene límites en el conocimiento y las aplicaciones del genoma.

Algún día no necesitaremos hablar para comunicarnos, ni desplazarnos físicamente para viajar.

Las enfermedades se evitarán por el manipulo genético y podremos viajar en el tiempo.

A fin de cuentas, Dios nos hizo a su imagen y semejanza; por lo que no hay razón para asustarnos de parecernos a él.

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