21 noviembre, 2024

Diálogo, no confrontación

Los populistas, los caudillos, convocan a sus seguidores a enfrentarse contra cualquier enemigo que encuentren o que se inventen, para reinar en la desunión. Son seres de la obscuridad que incitan a la violencia. Los seres de luz, los estadistas, buscan fortaleza en la unión, en la armonía, en la paz, en la tranquilidad.

Estamos viviendo momentos de desesperación, en los que se desinforma a propósito para confundir a los ciudadanos, porque no buscan el bienestar de todos, sino el bienestar personal, buscan tomarse el poder.

Las medidas económicas impopulares que el Gobierno de Moreno ha tomado, al final, van a significar más pérdidas por falta de producción que los $ 1.300 millones de ahorro al eliminar el subsidio a la gasolina extra y al diésel, que afecta a la gran mayoría de ciudadanos de nuestro país.

Solo la paralización de campos petroleros significa que al momento se deja de producir 231.000 barriles diarios de petróleo, lo que significa alrededor de 12 millones de dólares de pérdidas diarias para nuestro país. A esto hay que añadir las pérdidas de producción de nuestras empresas, que representan pérdidas de ingresos a las arcas del Estado. El riesgo país sube y el costo del financiamiento sube. Ecuador es más peligroso y los turistas escasean.

Todo esto debió ser previsto por el presidente Moreno y sus asesores, pero si no tuvieron la visión para preverlo, ahora es evidente y sin embargo se prefiere la confrontación en lugar del diálogo.

Apelo al buen sentido común de los ciudadanos de nuestro país, de la costa, de la sierra, del oriente, de nuestras islas, para que se entienda que somos hermanos ecuatorianos y que nadie se deje llevar por un regionalismo dañino, del que líderes en decadencia quieren aprovecharse para levantar su imagen alicaída.

Ya decía antes que el problema de estos líderes es que son conocidos. El populista se alimenta de la desunión, del enfrentamiento, de la confrontación, de la lucha de clases, del miedo, de la confusión.

El estadista alimenta a los ciudadanos con su luz, con su guía, no hacia el oriente eterno, sino hacia la aurora gloriosa que anuncia libertad, pero libertad del sentimiento regionalista, del sentimiento racista, del sentimiento populista, del sentimiento divisionista.

Hoy, lejos de alimentar a la lucha entre hermanos ecuatorianos, quiero, queridos compatriotas, que se entienda que no debemos ser parte de más derramamiento de sangre, porque es innecesario cuando existe razón y compasión por nuestros hermanos para quienes sí tiene gran importancia que se les suba el precio de un pasaje en bus, porque lo sienten, porque su economía es limitada y debe ser entendida por aquellos que jamás se suben a un bus, a no ser que estén en campañas políticas.

Queridos hermanos ecuatorianos, no se dejen llevar por un fervor cívico mal interpretado. El único fervor cívico que debe primar entre nosotros es el amor a nuestra patria, a todos los rincones de nuestra patria, no por un rincón de nuestra patria sino el amor a todos y cada uno de los rincones de nuestra patria y de cada uno de nuestros conciudadanos sin importar la raza a la que pertenezcan.

Todos somos hermanos ecuatorianos y los invito a ser solidarios con los afectados por medidas que el Gobierno ha tomado por haberse arrinconado por sus propios errores y haberse rodeado de asesores que no le hicieron ver las consecuencias de decisiones desafortunadas.

En lugar de la confrontación, invito al Gobierno a dialogar con nuestros hermanos que protestan porque el dinero del que hoy disponen no será suficiente para cubrir su canasta familiar. Dialogue señor Moreno, escúchelos, escuche la voz desesperada de nuestros hermanos en necesidad. No los confunda con los infiltrados y que en lugar de confrontación, exista diálogo; que en lugar de alimentar el odio, se fomente el amor a nuestra patria entera, no simplemente a un pedazo de ella, porque de ello surge la rivalidad, cuando lo que se desea es que surja el amor fraternal entre todos los ecuatorianos, ya que con la unidad tendremos el progreso que necesita nuestra patria.

Artículos relacionados

La Prensa y la Iglesia

Todos estamos interesados en lo que dice la prensa. Esto puede ser bueno o malo, dependiendo del punto desde el que lo queramos ver. Hemos observado, a lo largo de estos años, la pelea entre el Gobierno y la prensa, porque la prensa escarba y cada vez que encuentra algo, lo publica, porque esas noticias – denuncias, llaman la atención y venden los periódicos, revistas, o cualquier medio de prensa escrita, o aumenta la sintonía de la radio o la televisión. Al ser humano le gusta comentar y ser el primero en llevar el chisme o comentario a los demás. Al Gobierno, cada noticia que muestra un acto corrupto, lo perjudica, no necesariamente porque quiera encubrir pillerías de algún funcionario, sino porque afecta la imagen del Gobierno, que pretende seguir gobernando en éste y otros períodos más. La mala imagen, afecta sensiblemente a credibilidad del pueblo.

Con la Iglesia pasa lo mismo. La prensa, que normalmente busca vender su medio de comunicación, destaca las noticias que más llaman la atención, sean o no escandalosas, y lógicamente, mientras más escandalosas son, más venden. Esto ha llevado a que los escándalos provocados por los actos de homosexualidad, de robo y divulgación de noticias secretas, o de actos económicos inmorales, hayan sido publicadas y comentadas con éxito de venta. Nuestro Papa Benedicto XVI, en un acto de humildad sin precedentes, ha preferido la semana pasada, dejar el puesto para que venga otra persona que pueda, luego de que se calmen las aguas, volver a la normalidad a la gran grey católica y salvar el buen nombre de la Iglesia. De nada ha valido hablar y demostrar que otras Iglesias tienen un mayor porcentaje de escándalos similares. El daño ya está hecho.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×