Me enteré por las redes sociales de dos pronunciamientos de la Iglesia Católica, con relación al mal momento que pasa el Ecuador, por las reacciones desproporcionados, de comunidades “indígenas”, transportistas y taxistas, que reaccionaron violentamente con paros, plantones, cierre de carreteras y discursos que llamaban a la violencia de la que se aprovechó la delincuencia para hacer de las suyas, principalmente en la ciudad de Quito, en algunas ciudades y poblaciones de la sierra central y en las provincias de Guayas, Santa Elena, Los Ríos y El Oro.
El primer pronunciamiento lo hizo la comunidad Jesuítica del Ecuador con un mensaje de paz, llamando a la Cordura y al consenso, cediendo posiciones y aminorando sus efectos, con medidas adicionales, al Decreto 883 de la terminación al subsidio a los combustibles, que era necesario, valiente y lógico, por parte del Gobierno, del Presidente Moreno, para salir de la crisis económica. El comunicado lo firma el P. Calderón, actual Provincial de los Jesuitas en el Ecuador.
El segundo llamado a la paz y a la sensatez, le corresponde al Papa Francisco (S.J), que desde el Vaticano, eleva una plegaria, que en su oportunidad se la hizo, especialmente al Ecuador, que todos los alumnos educados en colegios religiosos, la conocemos y las cantábamos en la misa dominical y sobre todo en ocasiones difíciles, como la que está transitando el país, por las excesivos y exacerbadas protestas que de manera permanente, desde la mañana hasta la noche se han dado en el país, desde 10 días a esta fecha.
La ONU y la Confederación Episcopal Ecuatoriana, se han unido a este esfuerzo por recobrar la paz en el país.
Se ha logrado el objetivo parcial de esta participación nacional e internacional y se ha recuperado la calma al menos en tres cuartas partes de las provincias del Ecuador. Solo unas 4 provincias, se mantienen con su postura, de que primero deroguen las medidas, para luego dialogar.
Con esa postura todo diálogo es imposible ¿Porque la necesidad de la postura del “DERROCAMIENTO” del Documento 883, se exige primero para Dialogar después (???).
El Gobierno, ya está dando sus primeras compensaciones, por sus necesarios efectos momentáneos. Ha dictado la Resolución de la A.N.T., de conceder a los transportistas, un alza del 32% a los pasajes, a $0.40. Se mantiene el anterior valor para estudiantes, tercera edad, jubilados, minusválidos y señoras embarazadas. Están conformes los transportistas, pero, exigen garantías para circular por determinadas carreteras del país, sobre todo de la Región Central de la Serranía ecuatoriana.
La población, el comercio menor, la pequeña Industria y artesanos ya no soportan más la pérdidas ostensibles derivados de estas protestas y quieren trabajar en tranquilidad para recuperar las pérdidas, y evitar el desabastecimiento, que encarece necesariamente el costo de la vida.
$1.000.00 millones de dólares, ha perdido el país, en una semana. Una suma lo suficientemente grande, para un país pequeño, que requiere de recursos para invertir en el desarrollo del país y de los más necesitados.
Repitamos la canción religiosa referida, una y otra vez: “Dios de Amores, Santa Eucaristía, mira al pueblo de tu corazón. Todo es tuyo. Lo has jurado un día. Corazón de Jesús, SALVA al Ecuador”. (…).
Se la instituyó, para la celebración del Concilio Vaticano II, que se realizó en esta ciudad de Guayaquil. El motivo era otro: La amenaza marxista-comunista sobre América Latina y sobre todo en el Ecuador, después del triunfo de la Revolución Cubana, cuando Fidel Castro se declaró comunista.
Hoy por hoy, por otros motivos, también deberíamos repetirla.