El autócrata Correa silenció al país con actos extrajudiciales, fuerte represión “selectiva” y en las “marchas” (sin saqueo ni terrorismo). Verbigracia, los militares repararon al autoritario Trump cuando se refirió “como su ejército” y “le aclararon que sirven y se deben a la nación,” con impeachment porque hay un Estado de derecho, “alguien de inteligencia alertó de supuestas intenciones ilegales sobre un candidato”.
Con Correa esto era imposible, ya que violando la Constitución y con el “silencio” de la Asamblea, creó la SENAIN que sirvió de brazo persecutorio criminal. La seguridad e inteligencia son responsabilidad de la Fuerza Pública a “órdenes del Presidente” y si amerita, “deben responder al Legislativo, Judicial y al Mandante”. Moreno eliminó la SENAIN, no pidió a la Justicia investigar sus abusos y creó el CIES.
Y el CI-ES, NO-ES idóneo ni fue eficiente para alertar el golpe vandálico al Ecuador y a Moreno con indígenas, la extrema izquierda y terroristas extranjeros. Si la prensa, la web, ciudadanos y columnistas advirtieron de la delincuencia madurista y las amenazas del correísmo. “Hay que eliminar el CIES y volver al orden constitucional”. J. Vargas: “Tenemos que hacer nuestro “propio ejército” que defienda al Pueblo… para eso cuenta con excombatientes y la seguridad comunitaria”.
Fue claro, aunque después diga que es para “proteger sus comunidades”, si nadie las ataca con alguna excepción de cuatreros en sus campos. Y los citadinos no vamos a ir a sus comunidades a saquear e incendiar. La actitud del sector indígena, “de sus dirigentes” con excepciones; ¿coincide? con la división, beligerancia y ambición de poder de Correa, Raúl y Maduro. El Ecuador por la paz y el diálogo. Pero, ¿cómo?, con quienes (7%), quieren imponer sus “derechos” sin respetar los derechos de 16M de ecuatorianos. Señores ONU socialista-totalitaria (más de 2/3), el golpe de Estado vandálico y terrorista tenía que ser contenido por la Fuerza Pública secuestrada y vejada, y con sentencia y reparación a las víctimas o somos tierra de nadie sin Dios y sin ley.